Las autoridades venezolanas han informado sobre la detención de dos ciudadanos españoles, identificados como José María Basoa Badovinos y Andrés Martínez Adasme, acusados de formar parte de una operación para llevar a cabo actos terroristas, incluyendo el supuesto intento de asesinar al presidente Nicolás Maduro. Junto a ellos, también fueron arrestados tres ciudadanos estadounidenses y un checo.
El ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, informó que la operación incluyó la incautación de más de 400 armas, supuestamente transportadas desde Estados Unidos. Según Cabello, los detenidos pretendían infiltrar un grupo de mercenarios en Venezuela para ejecutar estos ataques, dirigidos tanto contra Maduro como contra otros líderes del gobierno chavista.
Cabello también aseguró que los detenidos tienen presuntos vínculos con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, así como con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos. Durante una rueda de prensa, el ministro acusó a ambos servicios de inteligencia de estar detrás de una «operación de desestabilización» en el país.
Los detenidos fueron capturados en Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas, y se encuentran bajo custodia, en proceso de interrogatorio. Cabello enfatizó que los derechos humanos de los arrestados están siendo respetados, afirmando que Venezuela sigue protocolos que, según él, no se cumplen en otros países.
El gobierno español ha negado que los dos ciudadanos arrestados pertenezcan al CNI y ha solicitado oficialmente acceso a ellos para confirmar sus identidades y conocer los detalles de las acusaciones. La Embajada de España en Caracas presentó una nota verbal al gobierno venezolano solicitando la posibilidad de verificar la nacionalidad de los detenidos y asegurar que reciban la asistencia consular necesaria.
Fuentes del Ministerio de Exteriores de España han asegurado que se velará por la protección de los derechos de los detenidos en todo momento, mientras se continúa monitoreando la situación.
