Dos casos de secuestro en el Cauca

Las autoridades indicaron que se trata de Yorman Quinayás Juspian y Alfre Sebastián Papamija Quinayás.
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En las últimas horas se conocieron dos casos de secuestro en el sur del departamento del Cauca. El flagelo de este delito sigue generando zozobra en esta región.

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Según las autoridades competentes, se trata de Orman Quinayás Juspian y Alfre Sebastián Papamija Quinayás ambos de 16 años de edad. En las investigaciones se pudo conocer que los dos menores residen en la vereda Gabrielas, perteneciente al resguardo Indígena de Caquiona del municipio de Almaguer. “Estas dos personas desaparecieron de manera misteriosa desde el pasado 12 de marzo, ya completaron cinco días sin que se tenga rastro de ellos”, indicaron.

Al igual agregaron que son dos estudiantes quienes por última vez fueron vistos en la vereda Gabrielas. La comunidad del Macizo Colombiano está alarmada ante la crítica situación y ha activado la Guardia Indígena y contactado a autoridades de derechos humanos para que se apersone de la situación. Además, se han efectuado una serie de controles en toda la zona con el objetivo de lograr sus ubicaciones.

Líderes de la zona señalaron… “el llamado es a sus raptores que les respeten la vida, son jóvenes humildes, personas que están efectuando sus estudios con el propósito de salir adelante. No entendemos del porque del plagio, son muchachos humildes quienes gracias a su forma de ser han logrado ganarse el aprecio y cariño de los Almaguereños. Le pedimos a las personas que, si llegan a saber algo de Orman Quinayás Juspian y Alfre Sebastián no duden en comunicarse al Cabildo Indígena de Caquiona Secretaría de Justicia marcando el celular 323 5067228 o a la Guardia Indígena de Caquiona al número 3122209778”, enfatizaron.

En particular, el secuestro ha dejado afectaciones psicológicas, personales y físicas que perduran en el tiempo para las víctimas y para sus familias. Uno de los expertos en el tema indicó que los daños psicológicos del secuestro son: la angustia, la ansiedad y la impotencia generada por la posibilidad de perder la vida.


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