El gobierno colombiano denunció la detención de las activistas Valentina Barreto y Manuela Bedoya por parte de fuerzas israelíes cuando participaban en la flotilla humanitaria “Global Sumud”, con destino a Gaza. Las autoridades nacionales calificaron la acción como un “acto ilegal en aguas internacionales”.
Las jóvenes hacían parte de una misión pacífica que transportaba ayuda médica y alimentos, según organizaciones internacionales. Sin embargo, el barco fue interceptado por la marina israelí y llevado al puerto de Ashdod.
Colombia exigió la liberación inmediata de las activistas y convocó a una reunión de emergencia con representantes de países aliados en América Latina.
El gobierno israelí sostiene que la embarcación violó sus normas de seguridad marítima, aunque grupos de derechos humanos acusan a Tel Aviv de restringir la labor humanitaria.




