El Borussia Dortmund llega con confianza a su duelo ante el Real Madrid por los cuartos de final del Mundial de Clubes. El equipo alemán, dirigido por Niko Kovač, ha superado ampliamente las expectativas en el torneo y afronta este partido como una oportunidad más para seguir haciendo historia.
Tras vencer al Monterrey en octavos con un sólido 2-1, gracias a un doblete del delantero Serhou Guirassy, el equipo aurinegro acumula 11 partidos sin perder, lo que lo convierte en uno de los conjuntos más en forma del certamen. Kovač ha reconocido que enfrentar al Real Madrid es un reto enorme, pero también un «premio» al esfuerzo del grupo.
A pesar del buen momento, Dortmund no podrá contar con Jobe Bellingham, suspendido por acumulación de tarjetas. La ausencia del joven mediocampista le quita brillo al esperado duelo fraternal con su hermano Jude, figura del Madrid.
En lo táctico, el Dortmund mantendrá su sistema de tres centrales, apostando por un bloque compacto en defensa y velocidad en la ofensiva con Guirassy y Adeyemi como principales amenazas. El técnico y sus jugadores han estudiado bien al rival y aseguran que ven similitudes entre este Real Madrid y el Leverkusen de Xabi Alonso, por lo que esperan anticiparse a sus movimientos.
El portero Gregor Kobel hizo énfasis en la necesidad de mantener la concentración durante todo el partido y evitar los errores que el Madrid suele aprovechar con gran eficacia.




