El basquetbolista esloveno, Luka Doncic, está teniendo una temporada asombrosa y ayer lo demostró al hacer historia anotando un triple-doble de 60 puntos, 21 rebotes y 10 asistencias en la victoria de los Dallas Mavericks ante los Knicks de Nueva York 126-121 en el tiempo extra, tras una regreso para enmarcar.
Doncic se empieza a perfilar como una próxima estrella para el salon de la fama y el partido de ayer en el que fue ficha clave para remontar un partido que parecía perdido pero que con mucha magia, talento y brillantez, logró robarle el partido a los Knicks en el American Airlines Arena de Dallas.
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Los primeros tres cuartos fueron para los neoyorquinos que habían hecho muy bien su tarea y llegaban al último cuarto con una clara ventaja de 10 puntos sobre los Mavs, pero con lo que no contaban era con un inspirado Doncic que no dejó espacio a la duda de su prodigioso talento para jugar al basquetból.
Faltando menos de 45 segundo para acabar y 9 puntos abajo, el esloveno fue encontrando espacios entre la defensa de los Knicks y empezaba a descontar.
El tiempo tampoco paraba y no mostraba ninguna piedad por ninguno de ambos equipos. Sus compañeros respondían ante el movimiento que generaba espacios para seguir acortando la diferencia y sobre el final, un tiro libre que el mismo Doncic buscó, lo falla a propósito buscando la canasta de dos puntos para igualar el encuentro a falta de un segundo del final y obligar a la prórroga.
En la prórroga y con unos Knicks atónitos ante semejante demostración bajarían el ritmo y fue cuando los Mavericks tomarían el control de juego ganando y dejando el nombre de Luka en los libros de historia al conseguir un triple-doble único y con unos números difíciles de igualar: 60 puntos, 21 rebotes y 10 asistencias.
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