Donald Trump recibirá en la Casa Blanca al presidente sirio Ahmed al Sharaa para discutir la paz en Medio Oriente

Se espera que ambos conversen sobre la reconstrucción de Siria, el levantamiento de sanciones y la posible incorporación de Damasco a la coalición internacional contra el Estado Islámico Seguir en
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibirá el próximo 10 de noviembre en la Casa Blanca al mandatario sirio Ahmed al Sharaa, en una cita que representa un hecho sin precedentes en la historia de las relaciones entre ambos países. Será la primera vez desde 1946 que un jefe de Estado sirio visite Washington, lo que la administración estadounidense ha calificado como “un paso histórico hacia la paz y la estabilidad” en Medio Oriente.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó el encuentro y lo enmarcó dentro de los esfuerzos diplomáticos de Trump para fortalecer el diálogo con líderes internacionales. Destacó que el gobierno estadounidense considera que Siria ha mostrado “avances significativos” bajo el liderazgo de Al Sharaa, quien asumió el poder tras la caída del régimen de Bashar al Assad. El perfil del nuevo líder sirio, un ex combatiente islamista convertido en político reformista, ha generado expectativas y escepticismo a partes iguales.

La cita se produce pocos meses después de que Washington levantara las sanciones económicas que pesaban sobre Damasco. Esta decisión, interpretada como un gesto de apertura, busca facilitar la reintegración de Siria a la comunidad internacional luego de años de guerra civil y aislamiento. Desde la Casa Blanca se ha insistido en que la medida pretende ofrecer a Siria “una verdadera oportunidad para alcanzar la paz” y fomentar la estabilidad regional.

Durante su estancia en Washington, Al Sharaa discutirá con Trump temas cruciales como la reconstrucción del país, la cooperación en seguridad y el levantamiento de las sanciones restantes. Fuentes sirias han señalado que Damasco espera formalizar su ingreso a la coalición internacional encabezada por Estados Unidos contra el grupo Estado Islámico (ISIS). De concretarse, este paso supondría un cambio radical en la política exterior siria, históricamente distanciada de Occidente.

El enviado especial estadounidense para Siria, Tom Barrack, adelantó que Al Sharaa pretende firmar su adhesión a la alianza internacional contra el terrorismo, lo que confirmaría su giro político y diplomático. Pese a su pasado vinculado al grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham, el mandatario busca presentarse ahora como un líder moderado dispuesto a reconstruir su país y contribuir a la seguridad global. Esta transformación personal y política ha sido observada con cautela por la comunidad internacional.

La próxima reunión en la Casa Blanca podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre Washington y Damasco. Tras más de una década de conflicto, sanciones y aislamiento, el acercamiento entre ambos gobiernos abre la posibilidad de una nueva etapa de cooperación. Si las conversaciones avanzan favorablemente, el encuentro del 10 de noviembre podría convertirse en el inicio de un proceso de normalización diplomática que, hasta hace poco, parecía inalcanzable.


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