Un reciente estudio científico ha revelado una sorprendente conexión entre los dolores de cabeza y la herencia genética de los neandertales, nuestros antiguos antepasados que vivieron hace más de 250.000 años. Los hallazgos fueron publicados en la revista científica Evolution, Medicine and Public Health.
El estudio identificó que ciertas malformaciones craneales, conocidas como Chiari, podrían estar asociadas a características genéticas propias de los neandertales. Esta condición afecta aproximadamente a una de cada 100 personas y puede provocar dolores de cabeza, cuello y, en casos más graves, problemas neurológicos.
Utilizando comparaciones en 3D de 103 cráneos modernos y fósiles antiguos —incluidos ejemplares de Homo erectus, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis—, los investigadores detectaron diferencias en la zona de conexión entre el cerebro y la columna vertebral. Según la investigadora principal, Kimberly Plomp, estos rasgos podrían explicar por qué algunas personas experimentan mayor tendencia a sufrir dolores de cabeza.
“Las formas craneales heredadas de los neandertales pueden hacer que el cerebro no encaje correctamente en el cráneo, lo que podría derivar en la malformación de Chiari y, en consecuencia, en cefaleas frecuentes”, explicó Plomp.
El estudio también recordó que los Homo sapiens y los neandertales compartieron periodos de mestizaje durante más de 200.000 años. Como resultado, alrededor del 45% de los genes de origen neandertal aún persisten en la población humana moderna, especialmente en ciertas regiones geográficas.
Aunque los expertos advierten que aún se requieren más estudios para establecer una relación directa entre los dolores de cabeza y la genética neandertal, esta investigación abre una nueva línea de exploración sobre cómo la evolución sigue afectando nuestra salud en la actualidad.
