Después de varios meses en aparente calma, la violencia volvió a Tumaco, Nariño, con dos homicidios ocurridos en escenarios distintos. La comunidad ha quedado consternada ante estos hechos que interrumpen la tranquilidad que se había logrado mantener.
El primer caso ocurrió en el barrio Cándamo, donde fue asesinado Duván Díaz. Según versiones preliminares, el hombre fue atacado por desconocidos que le quitaron la vida de manera inmediata. La situación generó alarma entre los habitantes del sector, que aseguran no haber presenciado ningún altercado previo.
Horas más tarde, un segundo hecho de sangre tuvo lugar en el sector conocido como Pantano de Vargas. Allí, otro hombre, cuya identidad aún no ha sido confirmada por las autoridades, fue abatido a tiros por sujetos aún sin identificar. La escena fue atendida por personal judicial que recogió pruebas para avanzar en la investigación.
Ambos crímenes fueron reportados como hechos aislados por las autoridades locales. Sin embargo, los familiares de las víctimas exigen respuestas claras sobre los móviles detrás de los ataques. La falta de un pronunciamiento oficial ha incrementado la preocupación entre los residentes.
Las unidades de investigación ya han iniciado labores de campo y recolección de testimonios que permitan esclarecer las circunstancias que rodearon ambos homicidios. La Policía no descarta ninguna hipótesis y trabaja en coordinación con la Fiscalía para dar con los responsables.
Tumaco, históricamente afectado por la violencia, había logrado reducir considerablemente los índices de criminalidad durante los últimos meses. Por eso, estos dos casos han sido interpretados como un retroceso en los esfuerzos de seguridad y convivencia ciudadana.
Vecinos de las zonas afectadas han manifestado su temor ante posibles nuevos episodios violentos. Además, líderes comunitarios han hecho un llamado urgente a las autoridades para reforzar la presencia institucional y evitar que hechos como estos se repitan.
El llamado general de la comunidad es a que se agilicen los procesos investigativos, se logre identificar a los autores materiales e intelectuales de los crímenes y se fortalezca la presencia estatal en los sectores vulnerables.




