Los disturbios en Inglaterra e Irlanda del Norte han puesto en alerta a la policía y a las autoridades británicas. Estos disturbios comenzaron tras el apuñalamiento de tres niñas en el pueblo costero de Southport, en el norte de Inglaterra, y la posterior desinformación en línea que señalaba al asesino como un inmigrante musulmán que había llegado en una balsa apenas una semana antes. Como resultado, miles de personas en distintas localidades de Inglaterra salieron a las calles para denunciar el odio, el racismo y la islamofobia, logrando frenar los intentos de grupos de extrema derecha de incitar a la violencia, como se ha visto en los últimos días en el país.
Para brindar más detalles sobre la situación en Inglaterra, Dan Carden, diputado laborista de Liverpool, ofreció su perspectiva.
En primer lugar, Carden señaló que «hemos presenciado escenas muy preocupantes en todo el Reino Unido. Los grupos de extrema derecha se han organizado eficientemente en línea, difundiendo mensajes de odio que se han manifestado en los últimos días en forma de racismo, islamofobia y rabia en las calles. Sin embargo, anoche no se concretó toda la violencia que había sido propagada en las redes sociales».
También comentó que «estos días han sido especialmente difíciles para la comunidad musulmana, pero también ha habido momentos de esperanza en medio de las dificultades. Por ejemplo, una mezquita en Liverpool respondió a la violencia saliendo a dialogar con las personas involucradas, dándoles la bienvenida y mostrándoles lo que hacen». Además, Carden destacó que Liverpool ha sido un refugio para personas de diversas comunidades y religiones de todo el mundo. «Anoche vimos cómo se hizo un alto al racismo y la violencia; personas comunes y corrientes llamando a la paz y demostrando que esta ciudad puede acoger a quienes buscan asilo, a pesar de sus diferencias».
Finalmente, Carden subrayó que, aunque el Reino Unido es un país rico, hay pueblos y ciudades que enfrentan una gran pobreza, lo que los hace vulnerables a la división y al odio.
«Es crucial mejorar las condiciones de educación y de empleo bien remunerado para que las personas sientan que tienen dignidad en sus vidas y no se vean tentadas a seguir el mensaje de la extrema derecha», concluyó.




