Una nueva masacre sacude al suroccidente colombiano y pone en evidencia las tensiones internas dentro de las disidencias de las FARC. De acuerdo con información preliminar, varios hombres fueron asesinados en un presunto ajuste de cuentas al interior de la columna móvil Jaime Martínez, estructura armada perteneciente al autodenominado Estado Mayor Central.
Las primeras versiones indican que el hecho estaría relacionado con un conflicto por el manejo de dineros provenientes de actividades ilegales, como el narcotráfico y la extorsión, lo que habría desencadenado una disputa entre mandos medios de esta organización armada.
Las víctimas, cuyos cuerpos fueron hallados en una zona boscosa, serían oriundas del departamento del Cauca, región donde la Jaime Martínez ha tenido fuerte presencia armada y donde recientemente se han reportado fracturas internas en sus filas.
Aunque las autoridades aún no confirman el número exacto de muertos ni la identidad de los responsables, se investiga si este hecho hace parte de una purga interna para consolidar el control territorial en medio de tensiones por el proceso de paz total.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han advertido sobre el riesgo que enfrentan las comunidades del Cauca, inmersas en el fuego cruzado entre disidencias en disputa por rutas del narcotráfico y rentas ilegales. La Defensoría del Pueblo pidió medidas urgentes para proteger a la población civil.
