Ante esto, la Policía Nacional habría hecho presencia en el sitio, quienes, ante lo sucedido debieron cerrar todos los establecimientos para garantizar la tranquilidad de la comunidad que allí reside.
«Son muchos los escándalos que se viven a diario en el lugar, desorden, basura, y problemas entre los que se embriagan, se ha perdido la tranquilidad en esta zona residencial y lo preocupante es que uno como propietario de vivienda tiene que aguantar y quedarse callado por qué las personas de los establecimientos son agresivas”, expresaron los afectados como Paola González.
Por esta razón, piden a las autoridades que se puedan hacer más controles en estos barrios para evitar los altercados y hechos de inseguridad, ya que temen que un día pueda suceder algo grave que lamentar. Asimismo, solicitan a la Administración que se ejerza el control hacia los establecimientos nocturnos, con el fin de que cumplan con el horario establecido y el control en el ruido, para así preservar la seguridad.



