Willington Henao Gutiérrez, alias Mocho Olmedo, segundo al mando del Frente 33 de las disidencias de las FARC, no pasó sus primeros días de captura en la cárcel La Picota, como ordena el protocolo para extraditables. En su lugar, permaneció 55 días en un apartamento en Chapinero, Bogotá, bajo custodia de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), una entidad sin funciones de policía judicial.
El hecho fue revelado por la Corte Suprema de Justicia durante la revisión del proceso de extradición solicitado por Estados Unidos, que lo acusa de delitos relacionados con narcotráfico. Su captura ocurrió el 12 de febrero, apenas cinco días después de haber sido designado por el Gobierno como negociador en la mesa de diálogo con el Frente 33.
En ese entonces, su situación generó confusión: algunos medios aseguraron que había muerto en enfrentamientos en Catatumbo; otros, que se había entregado voluntariamente. Sin embargo, Colombia+20 reveló que el Gobierno lo había evacuado en helicóptero desde la zona de conflicto hasta Cúcuta, y luego a Bogotá, como parte de un esfuerzo para preservar el proceso de paz. Allí fue capturado formalmente por agentes del CTI cuando se conoció la orden de extradición.
No obstante, en lugar de ser recluido en el pabellón de extraditables, el director del CTI, Fabio Ordóñez, lo puso bajo custodia de la DNI. Según una investigación de Noticias Caracol, esta decisión fue avalada por la fiscal general Luz Adriana Camargo, a petición del alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, quien argumentó la necesidad de proteger las negociaciones con el Frente 33.
El 8 de abril, Mocho Olmedo fue finalmente trasladado a la cárcel La Picota, tras el hallazgo de la Corte Suprema de que no se encontraba en reclusión formal.
Este episodio coincide con la reciente creación de una Zona de Ubicación Temporal (ZUT) en Tibú, Norte de Santander, decretada por el Gobierno Petro el pasado 3 de mayo, como punto de pre-concentración para los miembros del Frente 33. En el documento aparece la firma de Henao Gutiérrez, lo que confirma su rol activo como delegado en la mesa.
Además, se suma a una decisión similar tomada por el presidente Petro el viernes pasado, cuando suspendió la extradición de Gabriel Yepes Mejía, alias H.H., negociador del grupo Comuneros del Sur, también en el marco del proceso de paz.
Por ahora, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz no ha emitido comentarios sobre el caso de Mocho Olmedo.




