En un nuevo episodio de violencia en el Cauca, un comando de disidentes de las Farc asaltó una estación de Policía en el municipio de Santander de Quilichao, mientras paralelamente en Balboa secuestraron a un soldado profesional del Ejército. Se estima que al ataque participaron unos 200 hombres armados, según las autoridades locales.
Los disidentes, pertenecientes a la estructura comandada por alias “Iván Mordisco”, lanzaron explosivos y emplearon ráfagas de fusil contra la subestación policial en el corregimiento de Mondomo, generando pánico entre los habitantes de la zona. En simultáneo, en Balboa se presentó un enfrentamiento entre militares y la guerrilla: tres soldados resultaron heridos y uno de ellos, identificado como Víctor Hugo Yepes García, fue retenido por los insurgentes.
El Ejército colombiano ha exigido la liberación inmediata del uniformado, y ha denunciado que se trata de un secuestro que viola los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. En un comunicado, los militares anunciaron que presentarán denuncias formales por secuestro, concierto para delinquir y tentativa de homicidio.
Las autoridades han lanzado operaciones en la zona para rescatar al soldado y restablecer el orden. Además, han pedido a la comunidad local que aporte cualquier información útil sobre el paradero del uniformado. Mientras tanto, la presión sobre el grupo armado se intensifica, dado que el Cauca se ha convertido en un corredor estratégico para las economías ilícitas asociadas con la disidencia.
La situación ha generado alarma en la región, y desde sectores civiles se exige una respuesta más contundente por parte del Estado para proteger a la población rural, que vive continuamente entre el fuego cruzado.
