La violencia no da tregua en el sur del departamento del Cauca. En las últimas horas se registraron acciones terroristas en Balboa, Páez y un tercer municipio, donde se presentaron hostigamientos y ataques dirigidos contra la Fuerza Pública, atribuidos a disidencias de las FARC que delinquen en la región.
En el municipio de Balboa, exactamente en el sector de Caspicaracho, corregimiento de Olaya, un grupo de uniformados de la Brigada contra el Narcotráfico No. 3 del Ejército Nacional fue atacado mediante el lanzamiento de artefactos explosivos desde drones, una táctica cada vez más común entre los grupos armados ilegales.
Según el comunicado emitido por el comando de la Tercera División del Ejército, este ataque dejó como resultado cuatro militares heridos, entre ellos un suboficial y tres soldados. Las lesiones fueron ocasionadas por esquirlas, y aunque no revisten gravedad, los afectados fueron atendidos por personal de sanidad militar y serán trasladados a un centro asistencial especializado para su valoración y recuperación.
Las autoridades atribuyen esta acción al grupo armado organizado residual Carlos Patiño, una estructura disidente que ha venido fortaleciendo su accionar en el sur del Cauca.
De manera simultánea, en el municipio de Páez, en el oriente del departamento, se registró un hostigamiento armado en la cabecera de Belalcázar. El ataque fue dirigido contra la estación de Policía y fue ejecutado, presuntamente, por integrantes del frente Dagoberto Ramos, otra facción disidente que opera en esa zona del país. Por fortuna, no se reportan heridos ni afectaciones a la infraestructura pública ni civil.
Estos hechos reflejan el complejo panorama de seguridad que enfrenta el Cauca, donde persiste la confrontación entre grupos armados ilegales y la Fuerza Pública. Las autoridades mantienen operativos y refuerzan las medidas de control para contener la expansión y accionar de estas estructuras al margen de la ley.
