Gustavo Petro y su esposa, Verónica Alcocer fueron recibidos por los Reyes de España en medio de una elegante ceremonia. A las 11:05 de la mañana (4:05 hora colombiana), entró a la explanada del Palacio Real en el Rolls Royce que transportaba al Presidente colombiano.
Unos 600 guardias de caballería, infantería y motorizados saludaron el ingreso del mandatario colombiano quién llegó junto a su esposa.
Ambos vestidos muy elegantes fueron recibidos por los Reyes, Alcocer escogió para la ocasión un vestido color blanco y con aplicaciones artesanales del diseñador, Andrés Otalora.
También lució los mismo zapatos que lució en la pasada visita al Papa Francisco en el Vaticano de 800 euros.
Petro por su parte lució un traje negro y una corbata azul cielo. Este acto fue transmitido por por televisión abierta con la finalidad de que los españoles sean testigos de esta visita de Estado.
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Vox no escuchó el discurso de Petro:
Petro también estuvo en el Congreso de los Diputados y el Senado donde se vivió dos momentos nunca antes vistos. El primero fue el recibimiento en medio de aplausos y a excepción de los parlamentarios del partido Vox (extrema derecha), que permanecieron sentados.
La segunda la salida de los conservadores del recinto tan pronto el mandatario colombiano comenzó el discurso y al que consideran un «terrorista».
Entre los asistentes se encontraban 14 ministros del Ejecutivo, que dirige el socialista Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, el senador conservador Alberto Núñez Feijóo (Partido Popular), que saludó a Petro.
Batet y el presidente del Senado, Ander Gil, impusieron a Petro las medallas de ambas cámaras legislativas y firmó en el Libro de Honor a continuación.
Petro indicó que estamos en tiempo de crisis climática y que es necesario que cambiemos de paradigma o “nos terminaremos extinguiendo”.
“Estamos en el comienzo de la extinción. No es el apocalipsis, pero o cambiamos o nos extinguimos. No hay tiempo para más. No es un debate político como antaño, ya tiene que ver con una orden de la ciencia. No es religión»
También indicó «Podemos mirar hacia otro lado, hacer la política del avestruz, pero solo lograremos que esos días estén más cerca».
El presidente insistió en que se deben crear políticas concretas entre Europa y Latinoamérica para que pueda haber un cambio.
Petro y los Reyes de España:
Durante la ceremonia de recibimiento se interpretaron los himnos nacionales de Colombia y España, bajo salvas de cañonazos, y el Presidente Petro y el Rey Felipe VI pasaron revista al batallón de la Guardia Real que rindió honores.
Posteriormente, el Rey de España presentó al Presidente a los miembros del Ejecutivo, en una fila encabezada por el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
A su vez, Petro presentó al Rey Felipe su comitiva, integrada por el Canciller Álvaro Leyva Durán; el Embajador de Colombia en España, Eduardo Ávila Navarrete; la Jefa de Despacho Presidencial, Laura Sarabia; y los ministros de Minas y Energía, Irene Vélez; Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña Mendoza, y Educación, Aurora Vergara Figueroa.
Por último, se hizo entrega a los Reyes Felipe y Letizia obsequios de distintas culturas colombianas, entre ellos un sombrero vueltiao, un jarrón y unas mancornas.
El jueves abrirá un foro empresarial y después se reunirá con el Presidente Sánchez en el Palacio de la Moncloa.
Historia del Rolls Royce:
Estos Rolls Royce fueron adquiridos por Francisco Franco en 1948. Son modelos Phantom IV, los cuales fueron hechos a mano en Inglaterra, y tardaron cuatro años en llegar a España. Son vehículos convertibles, con capacidad para cinco y siete pasajeros, respectivamente.
El modelo Phantom IV fue creado por Rolls Royce como un regalo para la entonces princesa Isabel II de Inglaterra para celebrar su cumpleaños 25 en 1950. Es un modelo muy exclusivo, ya que solo se fabricaron 18 automóviles.
En aquella época, pasados algunos años del fin de la Guerra Civil Española y de la Segunda Guerra Mundial, el Rolls Royce era un símbolo del poder.
La casa real británica se quedó con cuatro, el Aga Khan III (presidente de la difunta Liga de Naciones), compró uno, al igual que el Sha de Persia, Reza Palavi.
Francisco Franco adquirió los tres que siguen en España, y que tenían un costo de 8.600 libras de la época.
