Se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad Autónoma el primer encuentro presencial del diplomado “Derechos humanos y herramientas para la construcción de paz con líderes y lideresas en Nariño”, una iniciativa que busca reforzar los conocimientos y habilidades de quienes trabajan en la defensa de los derechos fundamentales y en la construcción de entornos pacíficos en la región.
La jornada, desarrollada en horario de la mañana, congregó a representantes de diversas comunidades, colectivos sociales, organizaciones de base y líderes juveniles, quienes participaron activamente en actividades pedagógicas orientadas al análisis del contexto territorial, la identificación de problemáticas locales y la búsqueda de soluciones colectivas.
Formación
El diplomado está dirigido por Katherine Alejandra Duque, integrante del Instituto de Estudios Interculturales de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, quien además coordina la línea de investigación en Movimientos Sociales, Interculturalidad y Construcción de Paz. Duque, candidata a doctora en Estudios para la Paz, resaltó que este proceso formativo “no solo ofrece herramientas académicas, sino que también promueve el liderazgo transformador y el compromiso con la reconciliación territorial”.
Participación
Durante el encuentro se realizaron talleres participativos, mesas de diálogo y ejercicios prácticos diseñados para fortalecer las capacidades de incidencia de los asistentes en sus territorios. Los líderes y lideresas coincidieron en la importancia de adquirir herramientas que les permitan gestionar conflictos, promover el respeto a los derechos humanos y construir comunidades más resilientes frente a las dinámicas de violencia.
Proyección
El diplomado se desarrollará en varias sesiones presenciales y virtuales, enfocadas en la formación de redes de liderazgo y en la creación de propuestas sostenibles para la paz territorial. Los próximos módulos abordarán temáticas como la mediación comunitaria, la participación ciudadana y la articulación de estrategias de protección de los derechos humanos. Los organizadores esperan que, al finalizar el proceso, los participantes se conviertan en multiplicadores de una cultura de paz y respeto en sus entornos.
