Diomedes Díaz, uno de los íconos más grandes en la historia del vallenato, dejó un legado musical que sigue vivo con el paso del tiempo. Cada 26 de mayo se recuerda su natalicio y, con él, múltiples anécdotas y momentos que marcaron su vida artística. Nacido en San Juan del Cesar, La Guajira, su carrera no solo impactó al género, sino también a otros artistas, incluidos miembros de su propia familia.
A lo largo de los años, sus presentaciones llenaron escenarios y conquistaron multitudes. Sin embargo, no todos sus conciertos fueron apoteósicos. Uno en particular quedó grabado en la memoria de sus seguidores: el último.
Tenía 56 años cuando ofreció su última actuación, entre la noche del 20 y la madrugada del 21 de diciembre de 2013. El lugar fue la discoteca Trucupey de Barranquilla. Allí, acompañado de su orquesta, el ‘Cacique de La Junta’ se presentó por última vez ante su público.
Según Harold Zabaleta, primo y coordinador general del cantante, Diomedes tenía planes familiares para esa Navidad. “Él quería descansar, pasar Navidad con sus hijos, matar una novilla en su finca y entregar regalos. Pensamos que hablaba del último concierto del año”, contó en entrevista con La Nación.
