El Gobierno de Dinamarca denunció la presencia de varios drones sobre aeropuertos e instalaciones militares, calificando el hecho como un “ataque híbrido sistemático”. La situación obligó al cierre temporal del espacio aéreo del aeropuerto de Aalborg y al desvío de vuelos, sumándose a incidentes previos que ya habían afectado al aeropuerto de Copenhague. Las autoridades consideran que no se trata de hechos aislados, sino de acciones coordinadas.
El ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, aseguró que, aunque no existe una amenaza militar directa contra el país, el patrón apunta a un actor profesional. Aunque no se ha establecido una conexión directa con Rusia, reconoció que hay intereses extranjeros en debilitar el apoyo europeo a Ucrania. El Gobierno danés anunció nuevas medidas para detectar y neutralizar drones en el futuro.
La policía confirmó avistamientos en los aeropuertos de Aalborg, Esbjerg y Sønderborg, así como en la base aérea de Skrydstrup. Los drones, visibles con luces desde tierra, fueron detectados en distintos momentos de la noche, sin que se haya identificado aún su procedencia ni tipo. Las autoridades valoraron la opción de derribo, pero priorizaron la seguridad ciudadana en la toma de decisiones.
La primera ministra, Mette Frederiksen, condenó el hecho y lo calificó como “el ataque más grave contra infraestructuras críticas danesas hasta la fecha”. El incidente se suma a otros reportados en Europa, donde varios países de la OTAN han acusado incursiones aéreas y ciberataques recientes. Mientras Ucrania señala directamente a Rusia, el Kremlin rechaza las acusaciones y la OTAN advierte que aún es pronto para atribuir responsabilidades.
