Cada 21 de noviembre, el mundo recuerda que un saludo puede ser mucho más que una cortesía. El Día Mundial del Saludo nació en 1973 como iniciativa de los hermanos Brian y Michael McCormack, quienes en medio de tensiones internacionales decidieron impulsar una acción sencilla: saludar como símbolo de paz. Su propuesta se convirtió en un movimiento global que hoy sigue vigente y que invita a reflexionar sobre la importancia de los pequeños gestos en la construcción de sociedades más humanas.
El poder de un saludo
Un saludo transmite respeto, reconocimiento y apertura al diálogo. Es un acto que fortalece la confianza y abre espacios de convivencia en comunidades, escuelas y lugares de trabajo. En la vida cotidiana, saludar puede parecer un gesto automático, pero en realidad es una herramienta poderosa para derribar barreras y tender puentes entre personas que piensan distinto.
En culturas diversas, el saludo adopta formas distintas: un apretón de manos, una reverencia, un beso en la mejilla, un gesto con la cabeza o incluso un simple “hola”. Sin importar la forma, el mensaje es el mismo: reconocer al otro como alguien digno de respeto.
Un origen pacífico
La fecha surgió en un contexto marcado por conflictos bélicos y tensiones diplomáticas. Los hermanos McCormack enviaron cartas a líderes mundiales y organizaciones internacionales proponiendo que el saludo se convirtiera en un símbolo de paz. Su iniciativa fue respaldada por la ONU y por instituciones educativas que vieron en este gesto una manera de promover la convivencia.
Desde entonces, el Día Mundial del Saludo se celebra en más de 180 países y se ha consolidado como una jornada para recordar que la paz comienza con acciones simples.
El saludo en la era digital
Con la expansión de las redes sociales y la comunicación virtual, el saludo también ha evolucionado. Hoy, un mensaje de texto, un emoji o un saludo en videollamada cumplen la misma función: reconocer al otro y abrir un espacio de diálogo. Sin embargo, la inmediatez digital ha hecho que muchas veces olvidemos la importancia de la interacción personal.
Un llamado global
Este 21 de noviembre de 2025, el Día Mundial del Saludo cobra especial relevancia en un contexto marcado por la polarización y la desconfianza. La jornada nos recuerda que la paz no es un ideal lejano, sino una práctica cotidiana que comienza con gestos simples.
Saludar es reconocer al otro, abrir un espacio de diálogo y construir confianza. Es un acto que no cuesta nada, pero que puede transformar la manera en que vivimos juntos.




