El 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Niño con Cáncer, una fecha proclamada en Luxemburgo, gracias a la Organización Internacional de Cáncer Infantil.
El objetivo es crear conciencia y sensibilizar a las personas sobre una enfermedad que lamentablemente afecta a muchos niños y jóvenes.
Así mismo, para ayudar a sus familias a que sus hijos tengan un diagnóstico oportuno y el debido tratamiento y esto, a su vez, les brinde el derecho a la vida.
El cáncer infantil es una enfermedad con una alta tasa de curación, el 80% de los niños se curan de esta enfermedad; por esta razón, es importante el diagnóstico temprano y el cumplimiento de las prácticas terapéuticas de forma adecuada”.
Cifras:
Esta patología es una de las principales causas de mortalidad en la niñez y la adolescencia, la Organización Mundial de la Salud, OMS, y según el último informe cada año se le diagnostica la enfermedad a unos 400.000 niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 19 años.2
Según datos de la OPS, “en la región de las Américas y el Caribe, se estima que al menos 29.000 niñas, niños y adolescentes menores de 19 años resultarán afectados por el cáncer anualmente. De ellos, cerca de 10.000 fallecerán a causa de esta enfermedad”.
Agustín Contreras, presidente de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica, “en Colombia, se diagnostican aproximadamente 1.600 casos de cáncer infantil, al año.
María Catalina Quintero, médico con énfasis en Bioingeniería de la Universidad de la Sabana, máster en Oncología Molecular y directora científica de la Fundación Salud Querida, “un diagnóstico de cáncer puede presentarse a cualquier edad.
, no obstante, según las últimas cifras de la Cuenta de Alto Costo, CAC, que corresponden al 2020; en Colombia, la mediana de edad para el cáncer en el adulto, fue de 62 años, y la mediana para la presentación del cáncer infantil, es de 9 años”.
“El cáncer infantil comprende numerosos tipos de tumores distintos que se desarrollan en este grupo de población.
Los tipos más comunes son: la leucemia, el cáncer cerebral, el linfoma y los tumores sólidos como el neuroblastoma y el tumor de Wilms”, así lo determina la OMS.
Lazo dorado símbolo de lucha
El lazo dorado, es una forma de expresar la valentía y heroísmo de todos estos pequeños pacientes, que no se rinden y luchan para seguir disfrutando el placer de estar vivos, acompañados por sus padres, familiares y amigos.
Este original símbolo, es una manera de ofrecer apoyo a todos los niños que en todo el batallan contra la enfermedad del cáncer cada día.
María Alejandra Bravo, médico especialista en Medicina interna, Hematología y Oncología Clínica, indicó que “existen dos tipos de factores de riesgo, los prevenibles y los no prevenibles, estos últimos haciendo referencia a condiciones no modificables de una persona como su sexo, la edad, los antecedentes familiares y con estos, el riesgo de síndromes de cáncer heredofamiliar.
En cuanto a los factores de riesgo prevenibles, son aquellos que dependen de nuestras conductas y estilo de vida, tales como el sedentarismo, la obesidad, el cigarrillo, el consumo excesivo de alcohol, la dieta rica en azucares refinados, grasas, embutidos carnes rojas, entre otros”.
Señales de alarma del cáncer infantil
Agustín Contreras, presidente de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica, advierte sobre la importancia de la detección temprana del cáncer infantil y sus posibles signos de alerta.
«Por ejemplo, las manifestaciones de riesgo en las leucemias, habitualmente se presentan por medio de decaimiento, palidez, sangrados, fiebre, dolores en los huesos y/o articulaciones, cojera. Ya si se trata de tumores en la cabeza o en el sistema nervioso central, el paciente puede tener vómitos y cefalea; un paciente que se despierta con dolor de cabeza es una manifestación de que algo está sucediendo”, explicó.
Agregó el experto “El cáncer es una patología que afecta a la familia entera y cambia por completo las dinámicas familiares, al menos de manera temporal. El soporte y la psicoeducación, permiten mitigar el impacto psicológico y favorecer la adaptación durante el curso de la enfermedad tanto a los niños como a sus familiares y cuidadores”.
Salud mental:
María Catalina Quintero, directora científica de la Fundación Salud Querida, advirtió que durante este proceso el paciente debe tener una asesoría sicológica no solo que ayude al paciente sino también a la familia en este proceso.
“Durante el curso de la enfermedad es importante cuidar de la salud mental y física, esto se logra a través de las intervenciones psicológicas necesarias y personalizadas para cada caso, y entender que para mejorar las probabilidades de efectos secundarios o complicaciones durante el tratamiento es necesario mantener un estado nutricional óptimo, así como la actividad física mejora la fatiga durante el tratamiento para el cáncer», puntualizó.




