Este martes 4 de noviembre de 2025 se conmemora un nuevo aniversario de la entrada en vigor de la Constitución de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Más que una celebración institucional, esta fecha representa un llamado a reflexionar sobre el papel que ha desempeñado esta entidad en la promoción de la paz, el entendimiento mutuo y el desarrollo sostenible.

Un origen marcado por la esperanza
La organización nació en 1945, en un contexto de reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial. Su creación respondió a una necesidad urgente: evitar que los horrores del conflicto se repitieran. Veinte países ratificaron su Constitución el 4 de noviembre de 1946, dando inicio a una misión que, ochenta años después, sigue vigente.
Desde entonces, ha crecido hasta reunir a 194 Estados miembros, todos comprometidos con una visión común: construir un mundo más justo a través de la cooperación intelectual y cultural.
Educación, ciencia y cultura como motores de cambio
A lo largo de su historia, esta agencia especializada de las Naciones Unidas ha impulsado iniciativas clave en la lucha contra el analfabetismo, la promoción de una educación inclusiva y de calidad, y el fomento del pensamiento crítico. También ha sido un actor fundamental en la protección del patrimonio cultural y natural, con programas que reconocen y preservan sitios y tradiciones de valor universal.
Sus esfuerzos no solo buscan conservar el pasado, sino también inspirar el futuro. Al promover el diálogo intercultural, la libertad de expresión y el acceso al conocimiento, ha contribuido a fortalecer los lazos entre pueblos y culturas.
Una misión que sigue vigente
Conmemorar esta fecha es también una oportunidad para mirar hacia adelante. En un mundo marcado por desafíos globales, la cooperación entre naciones y el acceso equitativo al saber se vuelven más necesarios que nunca.
Este 4 de noviembre, más que recordar una fundación, celebramos una convicción: que la paz se construye desde la mente y el corazón de las personas, y que el conocimiento compartido es una de nuestras herramientas más poderosas para lograrlo.
