Con cuellos que pueden superar los dos metros y una vista privilegiada desde las alturas, las jirafas han fascinado a generaciones. Su silueta elegante y su comportamiento pacífico las han hecho protagonistas de documentales, cuentos y símbolos de conservación.

Sin embargo, su situación actual es delicada. El Día Mundial de la Jirafa, celebrado cada 21 de junio, pretende recordar su importancia en la naturaleza y advertir sobre el declive silencioso de sus poblaciones.
Razones para celebrar y alertar
Esta fecha fue establecida en 2014 por la Giraffe Conservation Foundation. Eligió el solsticio como referencia, no solo por el simbolismo de altura y luz, sino para establecer una conexión emocional y ecológica.
Hoy las jirafas están clasificadas como “vulnerables” a la extinción, y algunas subespecies están aún más amenazadas. En muchos países africanos, viven entre peligros crecientes: expansión de cultivos, deforestación, captura ilegal o conflictos armados.
Lo que puedes hacer
La protección de esta especie no está solo en manos de gobiernos o fundaciones. Todos podemos contribuir:
- Informándonos y compartiendo datos verificados.
- Apoyando proyectos que trabajen en la conservación directa de su hábitat.
- Fomentando una cultura de respeto por la vida silvestre.
- Participando en actividades que celebren y den visibilidad al Día Mundial de la Jirafa.
Un animal lleno de sorpresas
¿Sabías que una jirafa puede dormir menos de dos horas al día? ¿O que sus manchas son tan únicas como nuestras huellas digitales?
Este 21 de junio, mirar hacia lo alto es también mirar hacia el futuro. Porque conservar a la jirafa es defender el patrimonio natural que da equilibrio, belleza y vida a nuestro planeta.




