Día Internacional para la Tolerancia: un llamado urgente a convivir en la diferencia

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Este 16 de noviembre, el mundo celebra el Día Internacional para la Tolerancia, una fecha proclamada por la UNESCO en 1995 con el objetivo de promover el respeto mutuo, la comprensión y la convivencia pacífica entre personas y culturas. En un contexto global marcado por la polarización, la violencia simbólica y el auge de discursos agresivos, esta jornada cobra una relevancia renovada.

Tolerancia: un compromiso con los derechos humanos

La UNESCO define la tolerancia como un compromiso activo con los derechos humanos y la dignidad del otro. No se trata de indiferencia, sino de respeto consciente hacia la diversidad cultural, religiosa, política y de género. En tiempos donde las redes sociales amplifican el odio y la desinformación, este valor se vuelve esencial para sostener sociedades democráticas y justas.

Reflexión desde lo local

En países como Argentina, con una historia marcada por la migración y la pluralidad, la fecha invita a revisar los desafíos actuales: discriminación, desigualdad y exclusión. Escuelas, universidades, sindicatos y organizaciones sociales impulsan actividades para fomentar el diálogo y la empatía. Talleres, charlas y campañas buscan desmontar prejuicios y fortalecer una ciudadanía crítica, especialmente entre los más jóvenes.

Un objetivo global

El Día Internacional para la Tolerancia también se vincula con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en especial aquellos que promueven la paz, la justicia y la inclusión. Las Naciones Unidas recuerdan que ningún país puede avanzar si normaliza el racismo, la persecución o la exclusión de quienes ejercen sus derechos.

Una tarea colectiva

La tolerancia no es un ideal abstracto. Es una práctica cotidiana que se construye en las aulas, en los medios, en las instituciones y en las redes. Es aceptar que la diversidad no es una amenaza, sino una riqueza. Y es, sobre todo, una herramienta para garantizar la convivencia en un mundo cada vez más interconectado y desafiante.

Este 16 de noviembre, el llamado es claro: construir puentes, no muros. Porque solo con tolerancia se puede sostener la esperanza de un futuro compartido.

 


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