Este domingo 27 de julio, miles de ciudadanos en Colombia y otros países de América Latina se unen a la conmemoración del Día Internacional del Perro Callejero. La jornada busca dar visibilidad a una problemática que afecta a más de 200 millones de perros en el mundo, y a cerca de 3 millones en Colombia, que viven sin refugio ni protección, expuestos a condiciones de abandono, violencia y enfermedades.

En ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena, estos animales se han vuelto parte del paisaje urbano. No tienen casa, ni comida estable, ni atención veterinaria. Algunos fueron abandonados, otros nacieron sin hogar. Pero todos comparten el mismo destino: sobrevivir sin el vínculo humano que debería acompañarlos.
El origen de la fecha y su propósito
La idea de esta efeméride nació en Chile, en 2008, cuando el periodista Ignacio Gac propuso elegir julio como mes de concienciación, por ser el más frío del año en el hemisferio sur. El objetivo era claro: que los perros callejeros, invisibles para muchos, tuvieran un día donde fueran vistos, escuchados y atendidos.
Hoy, organizaciones, medios y ciudadanos comparten este llamado. La jornada no solo promueve la adopción, también busca fomentar políticas de salud pública, esterilización masiva, y educación sobre tenencia responsable. El abandono animal sigue siendo una práctica recurrente en Colombia, especialmente durante vacaciones o mudanzas, donde se estima que los casos aumentan hasta en un 40 %.
Ellos también importan
Muchos de estos animales muestran signos de desnutrición, heridas sin tratar y secuelas emocionales del maltrato. Pero también muestran afecto, resiliencia y ganas de pertenecer. En refugios y hogares de paso, cientos de personas dan todo por devolverles dignidad. Y cuando reciben cariño, cambian. Se adaptan, aprenden, confían.
Este Día Internacional del Perro Callejero no es solo para mirar, sino para involucrarse: adoptar, donar, cuidar, denunciar. Porque el bienestar animal no es un lujo, es un reflejo de nuestra humanidad.




