Papúa Nueva Guinea es el epicentro de una nueva y dolorosa tragedia, la Organización de Naciones Unidas confirmó que hay 670 muertos y más de 2 mil personas sepultadas vivas tras un fuerte avalancha que arrasó con la aldea Yambalí.
El desastre ocurrió mientras la comunidad dormía y muchas no lograron escapar de la muerte, las ayudas para el rescate de personas tardaron tres días en llegar, lo que ha dificuotado el rescate de sobrevivientes.
«El deslizamiento sepultó a más de 2.000 personas vivas y causó una gran destrucción», indicó la oficina de la ONU en la capital, Port Moresby.
Según el centro nacional de catástrofes papú, «la situación continúa siendo inestable pues el deslizamiento de tierras continúa avanzando lentamente, poniendo en peligro tanto a los rescatistas como a los posibles sobrevivientes».
El funcionario de la ONU, Serhan Aktoprak, señaló que los rescatistas están «corriendo contra el tiempo» para encontrar sobrevivientes».
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🌐 ONU ESTIMA 670 MUERTOS POR DESLAVE EN NUEVA GUINEA
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Según el responsable de la Organización Internacional para las Migraciones en Papúa, Serhan Aktoprak, más de 150 casas quedaron enterradas la madrugada del sábado.
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🚨URGENTE: Mais de 670 mortos pelo deslizamento de terra em Papua Nova Guiné
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A Organização Internacional para as Migrações aumentou a sua estimativa do número de mortos devido a um enorme deslizamento de terra na Papua Nova Guiné (PNG) para mais de 670.
Serhan Aktoprak, chefe… pic.twitter.com/fHUXERqXpk
Cifra de muertos puede aumentar:
Más de 150 casas quedaron sepultadas bajo escombros de casi dos pisos de altura y los equipos de rescate dijeron que oyeron gritos bajo tierra.
A pesar de las difíciles condiciones la comunidad con palas, palos y sus propias manos para intentar desplazar los escombros y llegar hasta los supervivientes.
La principal carretera que conduce a la gran mina de oro de Porgera estaba «completamente bloqueada», informó el Centro de Catástrofes.
Naciones Unidas que informara de la crisis a los socios de desarrollo de Papúa Nueva Guinea «y a otros amigos internacionales».
Por otro lado, el suministro de ayuda humanitaria desde la capital provincial, Wabag, se vio entorpecido por un brote de enfrentamientos tribales no relacionados con el desastre, según el funcionario de la ONU Aktoprak.
Para la noche del domingo se esperaba la llegada de maquinaria pesada y excavadores, pero su llegada se vio aplazada por este bloqueo.
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Nueva Guinea: Piden ayuda internacional
La ONU realizará una reunión el martes con gobiernos extranjeros para tratar de coordinar las labores de rescate, que se complicaron por la lejanía del lugar, así como por los cortes en las carreteras y los continuos enfrentamientos tribales en las cercanías.
Residentes y equipos de rescate utilizan palas y trozos de madera para encontrar cuerpos bajo el alud, que podría tener hasta ocho metros de profundidad y cuya longitud equivaldría a casi cuatro campos de fútbol.
Serhan Aktoprak, funcionario de la agencia de migración de la ONU, indicó que estaban apareciendo grietas en terrenos adyacentes al corrimiento, lo que «podría desencadenar un nuevo deslizamiento».
La Organización Mundial de la Salud ofreció su asistencia para «atender las necesidades sanitarias urgentes», indicó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Australia, aliado cercano, anunció que proporcionaría suministros de emergencia, como refugios, kits de higiene y apoyo específico para mujeres y niños.
El presidente Chino, Xi Jinping, dijo estar «profundamente apenado» por la catástrofe, y brindó la asistencia de su país. Estados Unidos, Francia, Japón y la Organización Mundial de la Salud también ofrecieron su apoyo.
