Tropas de la Fuerza de Tarea Hércules, con apoyo de la Armada de Colombia y la Fuerza Aeroespacial Colombiana, lograron neutralizar un poderoso artefacto explosivo improvisado, instalado por integrantes del grupo armado organizado residual, Estructura 30 Rafael Aguilera, perteneciente al Bloque Occidental Jacobo Arenas, en el área urbana del municipio nariñense de Santa Bárbara de Iscuandé.
Gracias a una oportuna alerta de inteligencia táctica, se detectó el sistema de activación del artefacto, el cual estaba preparado para ser detonado a distancia mediante cableado eléctrico. El objetivo era claro: atentar contra las tropas desplegadas en el sector y generar una tragedia entre la población civil que transita frecuentemente por la zona.
Durante la operación, el Grupo de Explosivos y Demoliciones realizó la destrucción controlada del explosivo, compuesto por 2 cilindros de 40 libras con explosivos, una botella de 500 ml cargada con pentolita adaptada como bomba, 2 baterías de automóvil utilizadas como fuente de energía, 200 metros de cable dúplex y 2 medios de lanzamiento artesanal. Todo el sistema estaba diseñado para detonar con un alto poder destructivo.
Gracias a esta intervención oportuna, se evitó una tragedia que pudo haber cobrado la vida de militares y civiles, y se asestó un golpe directo a la capacidad armada y terrorista de dicha estructura residual, afectando su logística y debilitando sus medios para ejecutar acciones que alteran la seguridad y el orden público en la región.




