El Gobierno de Colombia confirmó que 11 de las personas detenidas en México, tras un ataque que causó la muerte de seis miembros de la Guardia Nacional, son ciudadanos colombianos y exintegrantes de sus Fuerzas Armadas.
El ataque, perpetrado el pasado 28 de mayo con un artefacto explosivo en la frontera entre los estados de Jalisco y Michoacán, fue dado a conocer por la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, durante su conferencia de prensa matutina.
La noche del martes, la Cancillería colombiana informó mediante un comunicado que, tras el atentado, las autoridades mexicanas detuvieron a 17 presuntos responsables y notificaron a Bogotá que 12 de ellos podrían ser colombianos. Luego de verificar sus identidades, la embajada de Colombia en México confirmó que 11 son efectivamente de nacionalidad colombiana y tienen historial militar.
La Cancillería lamentó los hechos, expresó sus condolencias a las familias de los guardias fallecidos y aseguró que los connacionales recibirán asistencia consular para garantizar el respeto a sus derechos legales, procesales y humanitarios.
Además, el gobierno colombiano hizo un llamado a fortalecer la cooperación judicial e investigativa con México, señalando que redes delictivas transnacionales —vinculadas al narcotráfico, la trata de personas y el tráfico de migrantes— han comenzado a cooptar personal con formación militar para integrarse a grupos criminales como mercenarios.
Este caso no es un hecho aislado. En marzo pasado, se reportó que autoridades del estado de Michoacán ya habían advertido sobre la presunta participación de extranjeros en el asesoramiento de grupos criminales, incluyendo el uso de minas y drones armados.
