Detectaron artefactos explosivos en Popayán

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En medio del conflicto armado que se vive en el departamento del Cauca, el ELN instaló varias cargas explosivas en diferentes puntos de Popayán, como parte de la guerra que mantienen con la fuerza pública y las disidencias de las FARC. Los artefactos, de mediano poder, fueron dejados en dos ubicaciones estratégicas de la ciudad, específicamente en la carrera 17, al suroriente de Popayán. Estos incidentes generaron una inmediata respuesta de las autoridades, quienes actuaron rápidamente para garantizar la seguridad de los habitantes.

El primer reporte de la situación se registró en las inmediaciones de la deteriorada plaza de Toros, en la intersección de la carrera novena con la carrera 17. Allí, fue ubicado un artefacto explosivo, lo que obligó a los oficiales de policía a acordonar la zona y evacuar a los estudiantes de un colegio y un jardín infantil cercanos. La evacuación fue una medida preventiva mientras se verificaba la seguridad de la zona y se aseguraba que el artefacto no representara un peligro inminente.

Poco después, otro reporte de una carga explosiva fue recibido desde un parqueadero en el barrio Santa Mónica, donde también se encontraron artefactos similares. Este tipo de acciones se repitió en barrios cercanos como Comuneros y Deán Bajo, donde se localizaron explosivos de mediano poder. Ante estos hallazgos, los policías realizaron un trabajo coordinado para neutralizar las amenazas y minimizar cualquier riesgo para la comunidad.

Además de los artefactos explosivos, los oficiales descubrieron pequeñas contracargas en las que, al ser accionadas, salían panfletos alusivos al ELN. Estos panfletos fueron arrojados como parte de una estrategia para generar atención pública y difundir su mensaje. Durante el proceso de verificación, se determinó que los explosivos habían sido acondicionados en cajas con temporizadores electrónicos, diseñados para expulsar los panfletos y generar un estruendo sin causar un daño significativo a las personas o a las viviendas cercanas.

Afortunadamente, el artefacto de bajo poder no representó un riesgo para la vida de los habitantes ni para la infraestructura circundante. Las autoridades continúan investigando estos hechos y redoblando esfuerzos para evitar nuevos ataques, al tiempo que buscan frenar la escalada de violencia en una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en Colombia. La situación genera preocupación entre los habitantes de Popayán, quienes temen por la seguridad en sus barrios debido a estos actos violentos.


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