El concejal José William Botello denunció una campaña de desprestigio en su contra
El concejal de Gigante, José William Botello, respondió públicamente a los señalamientos en su contra que lo acusan de presunto maltrato hacia mujeres, acusaciones que calificó como parte de una estrategia de desprestigio político. “Jamás he maltratado a ninguna mujer y reto a quien me acusa a presentar pruebas. Ahí están las grabaciones del Concejo que lo confirman. Estas críticas buscan callar mi voz y manipular la opinión pública”, afirmó con contundencia.
Botello aseguró que su nombre está siendo utilizado como blanco para desviar el debate central que debería ocupar la atención del Concejo Municipal y de la ciudadanía: el incremento en las tarifas de agua. Según el cabildante, mientras algunas familias viven con la angustia de elegir entre pagar el servicio o llevar comida a la mesa, sectores políticos aprovechan para distraer a la opinión pública con ataques personales.
Crisis hídrica
El concejal señaló directamente a su colega Rodrigo Martínez como uno de los responsables de alimentar los señalamientos en su contra, acusándolo de convertir los debates en un escenario de confrontación personal y no en un espacio de control serio. “El problema aquí no soy yo, el problema es que muchas familias en Gigante no pueden pagar el agua. Estamos hablando de hogares que, si desayunan, no almuerzan. Pero en lugar de buscar soluciones, algunos prefieren el show político”, reclamó.
Botello fue más allá y cuestionó la gestión de EmpuGigante, empresa de servicios públicos que, según él, atraviesa una crisis de legitimidad. Criticó a la gerente Carolina por la falta de liderazgo y pidió estudios técnicos que analicen la viabilidad de una reducción en las tarifas. A esto se sumó su señalamiento contra los asesores de la entidad, a quienes acusó de mantener un silencio que, lejos de solucionar, agudiza los conflictos con la comunidad.
Apoyo condicionado
Durante su intervención, el concejal recordó que ha respaldado el 98% de los proyectos presentados por la administración municipal, siempre que beneficien a la ciudadanía. Sin embargo, dejó claro que no apoyará propuestas que desconozcan la realidad económica de los hogares vulnerables. “Me debo al pueblo, no al control político. Si me quieren callar, tendrán que hacerlo con argumentos, no con calumnias”, puntualizó.
La situación evidencia un ambiente de alta tensión en Gigante, donde las disputas políticas se mezclan con la urgencia de atender necesidades básicas. Para la ciudadanía, el llamado es claro: se requiere transparencia, liderazgo y soluciones concretas frente a la crisis del agua, mientras los enfrentamientos entre concejales continúan marcando la agenda pública del municipio.
