La Agencia Nacional de Tierras (ANT) se encuentra en el centro de una controversia tras la reciente decisión de llevar a cabo despidos masivos de contratistas. Los nuevos contratistas, en su mayoría provenientes de Villavicencio, han firmado contratos millonarios que superan ampliamente los montos recibidos por los antiguos empleados, generando dudas sobre su capacidad para llevar adelante la Reforma Agraria.
Malestar
La incorporación de este nuevo personal ha generado un gran malestar tanto dentro de la ANT como en la opinión pública, ya que se ha señalado que carecen de la experiencia necesaria para gestionar adecuadamente los temas de tierras. La situación se agrava aún más debido a las acciones del exalcalde Felipe Harman, quien ha sido criticado por favorecer a su círculo cercano, lo que lo ha colocado en una posición problemática y ha suscitado acusaciones de nepotismo.
Irregularidades
Además de las críticas a su gestión en la ANT, Harman enfrenta un contexto de denuncias por irregularidades durante su mandato como alcalde de Villavicencio. Las acusaciones incluyen la entrega de tierras a falsas víctimas del conflicto armado y denuncias de acoso sexual. Esta situación llevaría a revisar los procesos de contratación y gestión del personal en la ANT, ya que su capacidad para cumplir con su misión de justicia social y reparación a las víctimas del conflicto armado está en juego.
