Mariana Pajón se despidió prematuramente de los Juegos Olímpicos de París 2024. A pesar de su gran esfuerzo para superar lesiones y enfrentarse a rivales de altísimo nivel, no logró avanzar más allá de las semifinales en el circuito de Saint-Quentin-en-Yvelines.
La colombiana comenzó la jornada con un quinto puesto, un resultado que desde el principio la colocó en una posición complicada para las dos carreras restantes. Tal como había anticipado, arrancar desde el carril más pegado a la izquierda del partidor fue un obstáculo en su lucha por alcanzar el podio. En su segunda salida, su desempeño mejoró considerablemente: Mariana, en un carril más central, lideró la primera curva y trabajó para mantener su posición. Este tercer puesto la hizo escalar al octavo lugar en la clasificación general, dándole una esperanza de avanzar a la final.
La última carrera de las semifinales se disputó bajo una presión enorme, con la necesidad de terminar entre los primeros cinco lugares para mantenerse en la competencia. La ‘reina’ iba bien posicionada en el grupo, pero un contratiempo la sacó del ritmo, impidiéndole terminar en posiciones de clasificación. Afortunadamente, evitó la caída y cruzó la meta en el séptimo puesto, quedando novena en la tabla general.
Dado que solo las ocho mejores avanzaban a la final, el último cupo fue para la francesa Axelle Éttiene, dejando fuera a Mariana Pajón y a su compatriota Gabriela Bolle.
El oro fue para la australiana Saya Sakakibara, la plata para la neerlandesa Manon Veenstra y el bronce para la suiza Zoe Claessens.
En la línea de meta, Mariana, entre lágrimas, habló sobre lo ocurrido en esa decisiva tercera carrera de semifinales. «Por un momento pensé que lo tenía. Aguanté, y mi cuerpo aguantó hasta aquí porque tenía fe y creía. La verdad, ya estaba gritando al final; lo di todo con el corazón y disfruté cada vuelta. Di lo mejor que pude», declaró.
Después de haber luchado en los cuartos de final y mantener viva la esperanza con una victoria en la última oportunidad, a la antioqueña solo le quedaba confiar en su experiencia para alcanzar el objetivo personal y colectivo de toda la delegación. El trabajo estaba bien encaminado hasta que un enredo en una curva la obligó a frenar y perdió contacto con sus rivales directas. «Tenía la expectativa de darle muchas alegrías al país, como siempre. A veces se logra, a veces no, pero la verdad es que lo dejé todo allá, y eso es lo que más importa», admitió.
«Pensé que con esa vuelta tenía la final, pero este deporte es de agresividad, y si cedes un momento, esto es lo que pasa. Estoy muy orgullosa de mí misma y agradecida con las personas que me trajeron hasta aquí», concluyó.




