En un operativo liderado por la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, fue desmantelada una estructura criminal que operaba desde el interior de la cárcel La Picota, en Bogotá. Según las autoridades, los internos habían instalado un ‘call center’ clandestino desde donde realizaban estafas telefónicas a ciudadanos de diferentes regiones del país.
Las investigaciones revelaron que la red criminal contactaba a sus víctimas simulando premios, ofertas laborales o beneficios judiciales, logrando recaudar aproximadamente 250 millones de pesos mensuales. El dinero era posteriormente canalizado a cuentas externas administradas por cómplices en libertad.
El general José Daniel Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, aseguró que este tipo de estructuras no solo vulneran la seguridad ciudadana, sino que también demuestran graves fallas en el control dentro de los establecimientos penitenciarios.
Varios de los internos involucrados fueron identificados y están siendo procesados por los delitos de estafa, concierto para delinquir y uso ilícito de equipos de comunicación dentro del penal.
Las autoridades anunciaron que continuarán realizando operativos sorpresa en diferentes cárceles del país para desarticular redes similares y fortalecer los controles al interior de los centros de reclusión.




