Desmantelan agrupación delincuencial en Acacías

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Nueve personas, ocho de nacionalidad venezolana y un colombiano, fueron detenidas y aseguradas con medida privativa de la libertad en centros carcelarios, excepto uno de los procesados que recibió detención domiciliaria. Esta decisión, tomada por las autoridades judiciales del Meta, responde a la presunta participación de los detenidos en actividades de comercio de estupefacientes en pequeñas dosis en el sector conocido como “El Hueco”, ubicado en la zona de tolerancia del municipio de Acacías.

Judicializados

Los detenidos fueron aprehendidos en Villavicencio en una serie de operativos coordinados que tuvieron lugar después de que la Fiscalía emitiera órdenes judiciales contra ellos. La investigación los señala como responsables de integrar una estructura dedicada al tráfico de drogas, utilizando menores de edad en sus operaciones. Entre los cargos formulados, se encuentran el delito de concierto para delinquir, uso de menores para la comisión de delitos, cohecho por dar u ofrecer, y tráfico, fabricación y/o porte de estupefacientes. Ninguno de los procesados aceptó los cargos durante su comparecencia ante el juez de control de garantías.

Tras la pista

La investigación inició en 2023, cuando las autoridades empezaron a recibir información que apuntaba al uso de menores de edad en el comercio ilícito de sustancias. Según se desprende de la indagación, los menores eran instrumentalizados para realizar diferentes tareas dentro de la cadena delictiva, como la adquisición de los estupefacientes, su conservación, dosificación y, finalmente, la distribución de marihuana y cocaína entre consumidores locales y de paso en la zona de tolerancia.

El modus operandi

Las autoridades explicaron que esta agrupación operaba bajo un esquema que les permitía evitar el contacto directo con los consumidores. Utilizaban a los menores, quienes llevaban las dosis a los compradores en puntos específicos de la zona o incluso hasta sus domicilios. Este método de entrega a domicilio aumentaba el nivel de dificultad para las autoridades, que tenían que sortear diversas capas de protección establecidas por los miembros de la agrupación. La zona de tolerancia, conocida por ser un lugar de alta actividad nocturna y de entretenimiento para adultos, se convertía en un área propicia para que los criminales pasaran desapercibidos mientras llevaban a cabo sus actividades ilícitas.

Los agentes del orden mencionaron que se trató de una operación cuidadosamente estructurada, en la que los menores desempeñaban un rol estratégico dentro de la cadena. La investigación muestra que los adultos les enseñaban a ocultar las sustancias y evitar ser detectados por la Policía, y se ha establecido que algunos de los menores recibían una retribución económica por realizar estas tareas, aunque a menudo era insuficiente, dado el riesgo que asumían.


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