En medio de la temporada de lluvias que azota al Huila, María Fanny Rojas, una adulta mayor de 67 años, vivió momentos de angustia al ver cómo su vivienda fue severamente afectada por un deslizamiento de tierra en La Plata. Afortunadamente, salió ilesa, pero su situación es desesperante: su casa quedó inhabitable, y no tiene a dónde ir.
“Fue un milagro que esté viva”, dijo entre lágrimas. “Solo le pido a la Alcaldía que me ayude a tener una vivienda digna para pasar mis últimos años”.
Apoyo institucional
La abuela ha elevado su petición a la Alcaldía de La Plata, esperando una pronta respuesta que le permita reconstruir su vida con dignidad. La comunidad local ha mostrado solidaridad, pero el apoyo institucional sigue siendo limitado ante la magnitud de las emergencias actuales.
La situación de doña Fanny refleja una realidad más amplia: en varios municipios del Huila se reportan deslizamientos, vías bloqueadas y familias afectadas por las intensas lluvias. A esto se suman emergencias por incendios forestales en otras zonas del departamento.
Urgencia de atención
La historia de María Fanny pone en evidencia la necesidad de planes de contingencia más efectivos y de atención inmediata a los más vulnerables. El llamado es claro: actuar con rapidez y sensibilidad humana frente a las consecuencias del cambio climático.
Además, urge establecer canales de ayuda eficaces, garantizar seguimiento a las familias afectadas y priorizar a los adultos mayores que, como doña Fanny, no tienen otra opción. La prevención y la respuesta oportuna deben ser pilares fundamentales en la gestión del riesgo en los municipios del Huila.
