Popayán se vistió de historia y tradición en una de las actividades más esperadas de las Fiestas de Pubenza: el desfile de carros, motos y bicicletas clásicas. Este evento, que se ha consolidado como uno de los más representativos de la celebración, cautivó a cientos de espectadores que se congregaron a lo largo del recorrido para disfrutar de un espectáculo que une cultura, nostalgia y homenaje a la ingeniería automotriz de antaño. La caravana de vehículos comenzó su trayecto en el emblemático monumento a la Chirimía, al sur de la ciudad, y se dirigió hacia el centro comercial Campanario, un recorrido que atrajo a una gran multitud de asistentes.
El desfile de este año destacó por la participación de una impresionante variedad de vehículos clásicos, que incluyó automóviles de épocas pasadas, motocicletas restauradas con minuciosos detalles y bicicletas con diseños únicos que hicieron las delicias de los presentes. Cada uno de estos vehículos, cuidadosamente restaurados y preservados por sus orgullosos propietarios, narró una historia de dedicación y pasión por la automoción. Las calles de Popayán se convirtieron en un auténtico museo al aire libre, donde la tecnología y el diseño de otras épocas cobraron vida en medio de la ciudad.
Los asistentes
Desde niños hasta adultos mayores, tuvieron la oportunidad no solo de admirar estos tesoros sobre ruedas, sino también de interactuar con los propietarios, quienes compartieron anécdotas y recuerdos sobre el origen y la restauración de sus vehículos. Fue un evento intergeneracional que permitió a las nuevas generaciones conocer de cerca la evolución de los vehículos y la importancia de preservar estos elementos históricos de la cultura automotriz. La atmósfera de la jornada estuvo marcada por la convivencia, la nostalgia y el fervor por mantener vivas las tradiciones.
Este desfile se ha consolidado como una de las actividades más esperadas de las Fiestas de Pubenza, demostrando la riqueza cultural y el sentido de comunidad que caracteriza a Popayán. Además de ser un espectáculo visual, el evento también se convirtió en un homenaje a la ingeniería, la creatividad y el esfuerzo humano, valores que siguen presentes en la ciudad y que se reflejan en cada vehículo que participó en esta edición del desfile, marcando un hito más en la historia de las festividades.



