Colombia, 2 de noviembre de 2025 – El país marcó un hito histórico en su mercado laboral: según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desocupación nacional registrada en septiembre de 2025 fue del 8,2 %, lo que representa una caída de 1,0 puntos porcentuales frente al mismo mes del año anterior (9,2 % en septiembre de 2024).
Contexto general
Este nivel de desempleo —8,2 %— es el más bajo documentado por el DANE para un mes de septiembre desde que comenzó a registrar la serie comparable. A su vez, los otros indicadores del mercado laboral también muestran mejoría: la Tasa Global de Participación (TGP) se ubicó en 63,9 % (frente a 63,5 % en septiembre de 2024) y la Tasa de Ocupación (TO) fue de 58,7 % (vs. 57,7 %).
En términos absolutos, el número de personas desocupadas se situó alrededor de 2,13 millones en septiembre de 2025.
Factores que explican la mejora
- La recuperación económica del país ha impulsado la generación de empleo en sectores clave: manufactura, construcción, educación, salud y alojamiento/servicios de comida han sido motores importantes del impulso laboral.
- Aumento en la ocupación y mayor participación de la población en edad de trabajar, lo cual eleva tanto la TGP como la TO, lo que implica que más personas buscan y están consiguiendo empleo.
- Comparación interanual favorable: frente al 9,2 % de septiembre de 2024, la reducción de 1,0 puntos indica un cambio positivo significativo.
Desglose por género y grupos poblacionales
El DANE reporta también avances en la reducción de la brecha de género: la tasa de desempleo para las mujeres fue de 9,6 % mientras que para los hombres se ubicó en 7,1 %. La brecha de 2,5 puntos porcentuales es la más baja registrada desde que la entidad lleva ese tipo de desagregación.
Para la franja de jóvenes (15-28 años) el descenso es igualmente alentador, lo que sugiere que las iniciativas de empleo para ese segmento empiezan a dar resultados, aunque el nivel de desempleo juvenil sigue siendo más alto que la media nacional.
Retos que persisten
- A pesar de la caída del desempleo, la informalidad laboral sigue siendo un reto estructural en el país; muchos empleos nuevos pueden estar concentrados en la informalidad o con menor calidad laboral.
- La mejora no es homogénea: algunas regiones presentan tasas de desocupación significativamente más altas que el promedio nacional, lo que evidencia la heterogeneidad geográfica del mercado laboral colombiano.
- La reducción de la tasa de desempleo no necesariamente se traduce en mejoras de productividad, salarios o seguridad laboral: esos elementos deberán analizarse de forma separada en los próximos informes.
Implicaciones para la economía
- Una menor tasa de desempleo favorece la recuperación del consumo interno, ya que más personas con trabajo implican mayor ingreso disponible para gastar o ahorrar.
- Este tipo de cifras puede contribuir a mayor confianza en los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, al reflejar un mercado laboral más dinámico y resistente.
- Desde la política pública, los resultados validan ciertas estrategias implementadas por el gobierno y los agentes económicos, pero también ponen de relieve la necesidad de consolidar mejoras estructurales (formalidad, equidad, regionalización).
- Sin embargo, los analistas advierten que la tasa de desempleo es sólo uno de los indicadores: calidad del empleo, oportunidades regionales y sectores productivos determinan el verdadero avance.
Próximos pasos y seguimiento
- Será clave observar los datos de los meses siguientes (octubre, noviembre, diciembre) para ver si la tendencia de baja sigue consolidándose o si hay estacionalidades que afecten los indicadores.
- Especial atención merece el empleo formal frente a la informalidad, además de la evolución de salarios reales, productividad laboral y mejora en la brecha de género y por regiones.
- También será importante que el DANE y otros organismos complementen estos datos con análisis cualitativos que expliquen dónde, cómo y en qué condiciones se están generando los nuevos empleos.
