En un avance prometedor para la agricultura sostenible, investigadores de la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira han identificado una estrategia innovadora para controlar la mosquita conocida como negrita o caracha, una de las principales plagas que afecta los cultivos de tomate en el país. El hallazgo clave radica en que esta diminuta mosquita no se guía por la vista, como se pensaba, sino por el olfato. Los machos localizan a las hembras gracias a una feromona sexual, lo que abre la posibilidad de diseñar trampas sintéticas que imiten este aroma para atraer y capturar a los insectos sin necesidad de utilizar plaguicidas químicos.
Esta técnica representa una alternativa ecológica y efectiva frente al uso tradicional de agroquímicos, . Con este enfoque, se busca proteger los cultivos sin comprometer la biodiversidad ni la calidad del suelo. Según los investigadores, esta mosquita, de cuerpo alargado y coloraciones discretas, puede reducir la producción de tomate hasta en un 60 % si no se detecta a tiempo,. Por ello, el desarrollo de atrayentes sintéticos basados en feromonas podría marcar un antes y un después en el manejo de esta plaga.
El proyecto ha sido liderado por el Grupo de Investigación en Interacciones Tritróficas de la UNAL, con el apoyo de estudiantes y docentes comprometidos con el desarrollo rural sostenible. Gracias a sus aportes, la profesora María del Rosario Manzano fue reconocida por la Sociedad Colombiana de Entomología, destacando la importancia del trabajo científico en beneficio del campo colombiano. Este avance no solo representa una esperanza para los agricultores de Palmira y otras regiones productoras de tomate, sino que también refuerza el papel de la ciencia como aliada en la búsqueda de soluciones sostenibles para los desafíos agrícolas del país.




