Descubre el ‘París Latinoamericano’ en Colombia

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Salamina, un encantador municipio en el departamento de Caldas, es famoso por su rica identidad cafetera, ya que forma parte del ‘paisaje cultural cafetero’, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los visitantes que llegan a esta hermosa región pueden disfrutar de experiencias únicas en fincas cafeteras, donde tienen la oportunidad de aprender sobre el proceso de producción del café y degustar variedades locales de excelente calidad. Este lugar se beneficia enormemente del turismo rural y ecológico, lo que impulsa la economía local a través de la llegada de viajeros que consumen en restaurantes, hoteles y tiendas de artesanías.

La agricultura, especialmente la producción de café y sus derivados, es fundamental para generar empleo y oportunidades para la comunidad. Además, Salamina está situada en una zona montañosa que ofrece vistas panorámicas impresionantes y se encuentra cerca de atractivos naturales como el Bosque de Palma de Cera en San Félix.

Un dato interesante sobre Salamina es su papel en la colonización antioqueña, siendo uno de los municipios fundadores del ‘Viejo Caldas’ y desempeñando un papel clave en la expansión hacia el occidente colombiano. También es el lugar de nacimiento de figuras políticas como Otto Morales Benítez. La tradición oral y musical de Salamina se celebra a través de festivales de trova y música andina, que ayudan a mantener viva la cultura local.

Además de su famoso café, Salamina es conocida por su macana, un dulce típico elaborado con leche y panela, cuya receta ha pasado de generación en generación. También destaca su delicioso pan de maíz, hecho con métodos artesanales que reflejan la rica herencia gastronómica de la región. El clima en Salamina es variado debido a su ubicación montañosa, con temperaturas que oscilan entre los 17° y 24° C, ofreciendo un ambiente templado en el casco urbano y más fresco en las áreas elevadas.

Se le conoce como el ‘París Latinoamericano’ por su hermosa arquitectura, que combina influencias autóctonas y un legado intelectual. Las casonas con amplios ventanales, balcones de madera tallada y patios llenos de color crean una atmósfera romántica y tradicional. Sus calles empedradas y fachadas coloniales de colores vibrantes forman un paisaje pintoresco y armonioso. La riqueza decorativa de sus construcciones resalta la destreza artesanal de los carpinteros locales, y la uniformidad de las edificaciones, sin perder la individualidad de cada casa, le otorgan un atractivo estético único. La conservación de estas estructuras y la sensación de viajar en el tiempo hacen de Salamina un destino cautivador, ideal para quienes aman el arte, la arquitectura y la fotografía.


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