Desbordamiento deja sin agua potable a 3.000 familias en zona rural de Pasto

Leidy, lĂ­der comunitaria.
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Habitantes de Jamondino y El Rosario reportaron afectaciones graves en el suministro de agua.

Una fuerte emergencia se presentó el pasado sábado alrededor de las 5:00 p. m. en la zona rural del municipio de Pasto, cuando la quebrada Guachucal se desbordó afectando directamente a las veredas Santa Elena, El Rosario y Jamondino. El evento natural fue reportado por los habitantes del sector, quienes alertaron inmediatamente a las autoridades locales ante la magnitud del incidente.

Según el testimonio de los moradores de la finca El Paraíso y otros predios cercanos, la corriente aumentó de forma repentina, arrastrando material vegetal, lodo y piedras que colapsaron el sistema de captación del acueducto rural que abastece a estas comunidades.

Respuesta

De inmediato, personal de la Policía Nacional y funcionarios de la Secretaría de Gobierno Municipal acudieron al lugar, donde activaron las rutas de atención de emergencias. Las juntas administradoras de acueducto y alcantarillado tanto de El Rosario como de Jamondino comenzaron labores de verificación, remoción de sedimentos y evaluación de daños estructurales en el sistema hidráulico comunitario.

La situación obligó a suspender completamente el suministro de agua potable, dejando sin acceso al líquido vital a más de 3.000 familias que habitan en estas dos veredas rurales del corregimiento de Jamondino.

La gravedad de la situación se debe a que la quebrada Guachucal es la única fuente hídrica que alimenta el acueducto de Jamondino. Su desbordamiento provocó la obstrucción de los puntos de captación y el arrastre de materiales contaminantes, lo que impide el tratamiento y distribución segura del agua.

Los líderes comunitarios hicieron un llamado a la administración pública municipal para que se mantenga un control estricto y seguimiento permanente sobre la situación, debido a que la afectación puede prolongarse por varios días o incluso semanas.

Calidad

En algunos sectores donde ha sido posible reanudar parcialmente el servicio, los habitantes han reportado que el agua llega turbia, con residuos de tierra y elementos que no permiten su uso doméstico. “Estamos muy preocupados, porque aunque algunos grifos funcionan, el agua no es apta para cocinar, ni para beber, ni siquiera para el aseo personal”, señalaron habitantes de El Rosario.

En este contexto, las comunidades están solicitando con urgencia el suministro de agua potable a través de carrotanques, mientras se restablece plenamente el sistema.

Precedentes

La emergencia se enmarca dentro de una temporada invernal que ha golpeado fuertemente al departamento de Nariño, particularmente en zonas rurales de Pasto. En los últimos meses se han reportado pequeños deslaves, deslizamientos y eventos de creciente súbita en varias microcuencas de la región.

Según los líderes comunales, desde hace al menos tres meses se vienen observando signos de saturación del terreno, erosión en los márgenes de las quebradas y presencia constante de lluvias intensas, factores que ya habían sido advertidos a las autoridades sin una respuesta estructural.


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