El Ejército Nacional desplegó unidades especializadas en rastreo y reconocimiento, incluyendo batallones de reacción rápida y personal con experiencia en zonas de difícil acceso. Además, se estableció comunicación con líderes locales y comunidades cercanas para obtener información sobre posibles avistamientos.
Hasta el momento, las operaciones se centran en la región de Damasco, donde se reportaron los combates más intensos. Las autoridades no han descartado la participación de minas antipersonal u otras trampas utilizadas por los grupos armados ilegales para obstaculizar la acción militar.
Cumbitara y otras zonas del sur de Nariño han sido históricamente puntos estratégicos para las disidencias de las FARC, debido a su ubicación fronteriza y rutas de movilidad entre Nariño y Putumayo. La presencia de grupos armados ilegales ha generado desplazamientos, secuestros y afectaciones a la población civil, situación que mantiene en alerta a las autoridades regionales y nacionales.
Reacciones oficiales
La Comandancia del Ejército Nacional expresó su preocupación por la seguridad de los uniformados y reafirmó su compromiso con la protección de la fuerza militar y la población civil. Además, solicitó información a la comunidad sobre cualquier dato que permita localizar a los soldados desaparecidos.
Por su parte, el Ministerio de Defensa hizo un llamado a los grupos armados ilegales para que cesen acciones que pongan en riesgo la vida de los miembros de las Fuerzas Armadas, reiterando que se hará uso de todos los mecanismos legales para garantizar la seguridad en la región.




