La prevención y el cuidado son elementos claves para evitar que en el hogar se tape un desagüe y se salga el agua por los lugares más inesperados.
Al respecto, la firma Pavco Wavin brindó unas recomendaciones para evitar taponamientos e inundaciones producidas por los desagües de las viviendas.
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Mantenimiento y desagües
En ese orden de ideas, para evitar algún problema con las tuberías y prolongar su vida útil se debe garantizar el correcto funcionamiento del drenaje de las aguas residuales, por ello se recomienda realizar un mantenimiento anual del sistema de desagüe.
Es que el mantenimiento preventivo garantiza ambientes limpios, sanos y adecuados, además de evitar problemas como inundaciones o obstrucciones que generen malos olores por residuos o acumulación de moho.
Orlando Polo, gerente de servicio técnico de Pavco Wavin, declaró que “la importancia de este mantenimiento es que permite realizar un diagnóstico sobre el estado de los sistemas de desagüe, para evitar pequeños escapes de agua o pequeñas obstrucciones, y así reducir el riesgo de posibles emergencias”.
También se deben revisar permanentemente los flujos de agua, así como, las instalaciones exteriores, los medidores de agua y cajas de registro.
Mantenimiento preventivo o correctivo
Así mismo, según los expertos de la firma, se recomienda realizar mantenimiento preventivo una vez al año. Sin embargo, si existen signos de alarma como ruidos o fugas, se debe realizar un mantenimiento correctivo para reparar los fallos o problemas que puedan causar el daño. Para garantizar la vida útil de los productos se recomienda utilizar tubos de PVC que pueden alcanzar los 50 años de utilidad.
Además, una de las principales señales de que algo anda mal con el sistema de desagüe son los bloqueos causados por objetos que obstaculizan el paso de agua. La acumulación de desechos puede provocar desmejoras o daños en los equipos sanitarios del hogar. Las obstrucciones más comunes se deben a acumulación de cabellos, papel higiénico o algún elemento extraño como cepillos de dientes, entre otros.
Otro signo de alarma es el mal olor, que también es señal de una mala instalación del sistema de ventilación, lo que puede ocasionar un grave problema de salud para los habitantes de la vivienda.
Según Polo, “el mantenimiento debe ser constante, sin importar que tan nueva sea la instalación, no solo para evitar daños, sino también para asegurar un abastecimiento de agua seguro y sostenible”.
Ante cualquier emergencia o taponamiento la limpieza o solución, debe realizarla personal calificado con conocimiento de las instalaciones, por lo cual, se recomienda hacer uso de los servicios de un plomero que cuente con el instrumental adecuado.


