Un artefacto explosivo que representaba un peligro latente para la comunidad fue desactivado exitosamente por unidades antiexplosivos del Ejército Nacional en el corregimiento de San Miguel, zona rural del municipio de Mallama, Nariño. El dispositivo, de posible fabricación artesanal, se encontraba oculto en las cercanías de una capilla, justo al lado de una cancha de fútbol utilizada a diario por niños y jóvenes del sector. Según informaron las autoridades locales, el explosivo habría estado abandonado en el lugar desde aproximadamente el año 2015.
La operación fue el resultado de un trabajo articulado entre la personería municipal, el cabildo indígena y la comunidad, quienes por años insistieron ante las autoridades competentes para tomar acciones frente a esta amenaza. Finalmente, la gestión conjunta permitió coordinar el ingreso de personal especializado del Ejército, quienes lograron desactivar el artefacto sin causar daños materiales ni víctimas.
La intervención no solo trajo alivio a los habitantes del corregimiento, sino que también evidenció la importancia del trabajo comunitario y el acompañamiento institucional en zonas históricamente afectadas por el conflicto armado. La preocupación constante de la población, especialmente por la seguridad de los menores que transitan diariamente por la zona, impulsó el proceso que hoy les devuelve la tranquilidad.




