Derrumbe mortal en Socha

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Plinio Granados, Q.E.P.D.

Dos trabajadores pierden la vida tras un accidente en una mina ilegal en Socha, Boyacá.

Tragedia en la vereda El Curital

Este miércoles, un derrumbe en una mina ilegal ubicada en la vereda El Curital, municipio de Socha, Boyacá, dejó como saldo la muerte de dos trabajadores. Las víctimas fueron identificadas como Plinio Granados y Yimmi Riaño, quienes laboraban en el lugar al momento del incidente.

De acuerdo con los primeros informes, el suceso se debió al colapso de una estructura dentro de la mina, lo que atrapó a los trabajadores. La desgracia ha causado conmoción en la comunidad, especialmente por las condiciones en las que operaba el yacimiento.

Preocupación por la ilegalidad del yacimiento.

La mina donde ocurrió el accidente parece haber estado operando sin los permisos ni licencias correspondientes, lo que ha generado inquietud entre los habitantes de la región. Según relatos de los residentes, este tipo de explotaciones ilegales es común en la zona, lo que aumenta el riesgo para los trabajadores y las comunidades cercanas.

La falta de información clara por parte de las autoridades dificulta la investigación del caso y la identificación de los responsables de la explotación minera ilegal.

Claman por medidas más estrictas

Diversas organizaciones sociales han manifestado su rechazo ante la continuación de estas actividades ilegales que, según ellos, ponen en peligro la vida de los trabajadores y comprometen la seguridad de las comunidades.

Expertos en minería insisten en la urgencia de reforzar las políticas y controles en esta área para evitar que tragedias como la ocurrida en Socha se repitan en el futuro.

Solidaridad de la comunidad

Comunidades de Boyacá, han expresado sus condolencias y solidaridad con las familias de Plinio Granados y Yimmi Riaño. La comunidad local ha unido fuerzas para rendir homenaje a las víctimas de este trágico suceso y pedir justicia para que no queden impunes los responsables de las minas ilegales.

«La explotación minera ilegal sigue siendo un peligro latente en Boyacá, exigiendo más control y supervisión.»


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