
Imagen: Moscow Interregional Transport Prosecutor’s Office telegram channel/AP/dpa
El Comité de Instrucción se fundamenta en que ambas construcciones fueron víctimas de explosiones provocadas y sostiene que se trata de ataques terroristas.
El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) analiza como actos terroristas el derrumbe de dos puentes durante la noche del sábado y la madrugada del domingo (01.06.2025) en las zonas fronterizas de Briansk y Kursk, un suceso que políticos rusos atribuyen a Ucrania. «El incidente ha sido descrito como un acto terrorista», expresó Svetlana Petrenko, representante del CIR, a los medios de comunicación de la región.
En la zona de Briansk, «un puente vial cayó debido a una explosión» alrededor de las 22.50 horas (19.50 GMT) del sábado, causando siete fallecimientos, informó el Comité de Instrucción en un anuncio. En Kursk, «también se produjo una explosión en un puente ferroviario» el domingo cerca de las 03.00 horas (00.00 GMT), añadió el Comité. En este caso último, no se registraron víctimas.
El gobernador de Briansk, Alexandr Bogomaz, detalló que «el derrumbamiento del puente ocurrió durante el tránsito del tren Klimov-Moscú, que transportaba 388 viajeros». Actualmente, existen siete fallecidos y tres niños han sufrido heridas. Entre los fallecidos se encuentra el chofer de un camión que transitaba por el puente en el instante del derrumbe y diversos viajeros. Otras 47 personas fueron internadas en el hospital.
Sin pruebas
Por otro lado, el puente de Kursk se construyó en el cruce de la locomotora de un tren de bienes, que quedó en llamas, aclaró Alexandr Jinshtein, líder de esa zona fronteriza con Ucrania. La estructura cayó sobre un camino, aún no se ha reportado ninguna muerte personal, a excepción de una lesión experimentada por el chofer en una de sus piernas.
«El derrumbe del puente y la tragedia del tren de pasajeros en Briansk señalan que Ucrania está bajo el control de una organización terrorista», declaró el senador Andrei Klishas. Los legisladores de la Duma, también solicitaron una «reacción dura» contra Ucrania, a la que Moscú también imputó el año pasado sin proporcionar evidencias de su participación en el atentado contra la sala de conciertos Crocus City Hall, blanco de un ataque atribuido al Estado Islámico que resultó en 144 víctimas mortales.



