Un derrame de hidrocarburos ocurrido en el cantón Quinindé, en la provincia de Esmeraldas, Ecuador, ha generado preocupación por su posible impacto ambiental y su eventual desplazamiento hacia aguas colombianas.
El incidente se produjo debido a la rotura de un oleoducto, presuntamente ocasionada por un aluvión cercano a la carretera, lo que provocó la contaminación del agua con petróleo a lo largo de 70 kilómetros río adentro desde la desembocadura del río Esmeraldas. La zona afectada se encuentra a unos 100 kilómetros de la frontera con Colombia.
Desde el momento del derrame, diversas entidades ecuatorianas y colombianas han tomado medidas para evaluar la situación y mitigar sus posibles efectos. La Dirección General Marítima de Colombia (DIMAR), a través de la Capitanía de Puerto de Tumaco y el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Pacífico (CCCP), ha estado monitoreando el incidente para determinar si el hidrocarburo ha cruzado la frontera marítima.
Comunicación
La capitán de Corbeta Gina Lorena Hernández Zárate, capitán de Puerto de Tumaco, informó que se ha establecido comunicación con el gremio marítimo para verificar si existen indicios de la presencia de la mancha en aguas colombianas.
Por su parte, la Capitanía de Puerto de Tumaco mantiene una comunicación directa con la Capitanía de Puerto de Esmeraldas para conocer en tiempo real el estado del manejo de la emergencia. Hasta el corregimiento de Candelilla de la Mar, en el suroeste de Colombia, no se ha encontrado evidencia de hidrocarburo en la zona.
“Hasta el momento, a partir de imágenes aéreas, no hemos logrado identificar manchas de hidrocarburos en los ecosistemas colombianos. Así mismo, nos confirman que no hay manchas que tengan dirección norte y que puedan afectar la jurisdicción colombiana”, explicó el capitán de Corbeta Iván Rodrigo Plata Martínez.
El monitoreo de la situación continuará para garantizar que el derrame no afecte el ecosistema marino ni los sectores productivos de la región. Autoridades y expertos seguirán evaluando la evolución de la mancha y tomando medidas preventivas para minimizar los impactos ambientales y económicos del derrame de hidrocarburos.




