La primera semana de enero, después de las fiestas navideñas, puede traer mucho ajetreo. Para algunas personas es una semana llena de emoción ya que es un nuevo comienzo de vida, para otras es un alivio dejar de tener la depresión navideña, pero para otras puede ser un momento difícil.
Se ha visto que el 64% de las personas dicen tener depresión navideña y que ésta es causada por el estrés emocional, físico y financiero de esta época del año. Pero no todo el tiempo tiene que ser así. Hay algunos cambios que se pueden hacer para que estas fechas sean positivas para la salud mental.
La época navideña o postvacacional es un periodo de gran intensidad emocional. Las investigaciones confirman que puede empeorar los problemas de salud mental o desencadenarlos. Por lo tanto, si uno ya tiene depresión puede empeorarla, pero incluso si no se tiene depresión, puede ser un factor de vulnerabilidad.
La depresión de fin de año comparte algunos síntomas del trastorno depresivo, por ejemplo, baja energía, irritabilidad, tristeza o apatía. La diferencia con el trastorno depresivo es que tiene una duración corta y es más leve, pero cómo evitarlos.
Piensa y reflexiona sobre los éxitos o los logros que conseguiste el pasado año, ¿Qué has conseguido? ¿Qué hiciste que te enorgullece? ¿Por qué sientes gratitud? Recuerda que es muy importante reflexionar sobre tus logros y no compararlos con los de los demás. Tú tienes tu propio camino con tus propios retos, no busques usar las medidas de otros.
Distráete
Realiza aquellas actividades que te gustan. Programe tiempo de diversión, especialmente de interacción social. No realizar actividades después de las vacaciones puede crear sentimientos de soledad o tristeza. Por lo tanto, planifique actividades que le animen y le hagan anticiparse a los próximos días y semanas.

Anticípese a
Si sabes que estos suelen ser momentos difíciles para ti, haz un plan para minimizarlo. Identifica lo que podría ayudarte a hacer que sea un momento mejor. Quizás compartir con ciertas personas, crear una nueva tradición, llenar tus días con actividades que realmente disfrutes, ajustar tus expectativas, etc.

Pasa a la acción
Es comprensible que haya aspectos del año pasado que no te hayan gustado o con los que no estés contento, pero la idea es afrontarlos de forma compasiva. Intenta mirarlos de forma constructiva y piensa en los cambios que quieres hacer en el nuevo año. Recuerda que debes tomarlos de a pocos.

Practicar el autocuidado
Dormir lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad y llevar una dieta equilibrada son factores clave para mejorar el estado de ánimo y controlar los síntomas depresivos. Intente integrar poco a poco estos hábitos en su rutina. Notará que, con el paso de los días, su estado de ánimo se regulará.

Conéctese con otras personas
Se ha visto que el aislamiento puede aumentar los síntomas de la depresión. Por lo tanto, intente conectar con sus allegados. Esta idea puede no sonar muy atractiva, pero se ha demostrado que salir de casa y ver a otras personas puede ayudar con la depresión.

También puede ocurrir que no haya nadie con quien pasar las vacaciones. En ese caso es importante planificar cómo afrontar la soledad durante las fiestas o cómo pasar el Año Nuevo solo. En este caso, es aconsejable planificar con antelación ciertas actividades para estas fechas. Intenta hacer ese hobby que te gusta, cocinar la comida que te gusta y coordinarte con personas cercanas para hacer una videollamada. Además, intenta ajustar tus expectativas para las vacaciones.
A veces, las expectativas pueden ser demasiado altas y no cumplirlas trae consigo la frustración. Lo cierto es que las fiestas son un día más, una fecha más, y no hay una forma correcta de celebrarlas. Elige hacer lo que quieras y no te presiones demasiado.




