Deportivo Cali logró importante victoria, derrotó a Pasto 2-1

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Deportivo Cali volvió a sonreír en casa tras vencer 2-1 al Deportivo Pasto en Palmaseca, en un duelo vibrante de la jornada 11 del Grupo A del Clausura. El equipo azucarero mostró carácter y pegada en los momentos claves, bajo la dirección técnica de Alberto Gamero, quien empieza a consolidar una idea de juego que combina posesión, agresividad ofensiva y orden táctico.

Desde los primeros minutos, el Cali se adueñó del balón y manejó los ritmos del encuentro con claridad. El 82% de posesión reflejó el plan de Gamero: circulación rápida, amplitud por las bandas y paciencia para encontrar espacios en la defensa rival. La estrategia dio frutos temprano, con los goles de Avilés Hurtado de penal al minuto 16 y Andrey Estupiñán apenas cuatro minutos después.

El trabajo de Gamero se notó especialmente en la manera como su equipo presionó alto, evitando que Pasto pudiera generar juego fluido. Con 16 remates y siete tiros de esquina, el cuadro caleño fue insistente y siempre buscó ampliar la ventaja, aunque la falta de definición le impidió convertir más goles. Aun así, la superioridad fue evidente en gran parte del compromiso.

La expulsión de Yani Quintero en el minuto 79 condicionó al rival y permitió al Cali manejar con mayor tranquilidad el cierre del partido, aunque un descuido defensivo terminó con el descuento de Jhon Méndez. Esa anotación encendió las alarmas en los minutos finales, pero el equipo local supo resistir y mantener los tres puntos en casa, mostrando madurez para cerrar el juego.

Gamero, fiel a su estilo, no dejó de dar indicaciones desde la zona técnica. Su apuesta por un fútbol propositivo y con protagonismo ofensivo empieza a dar resultados, fortaleciendo la confianza de una plantilla que ha mostrado irregularidades en el pasado reciente. La disciplina táctica y la unión del grupo parecen ser las claves del buen momento azucarero.

Con esta victoria, Deportivo Cali se mantiene en la pelea dentro de su grupo y envía un mensaje claro de aspiraciones en el Clausura. La mano de Alberto Gamero es cada vez más visible en el funcionamiento colectivo, y la hinchada comienza a ilusionarse con un equipo que no solo gana, sino que también convence con su propuesta futbolística.


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