En la tarde del Domingo de Resurrección, Deportes Tolima no logró encontrar el camino del triunfo y cayó 3-1 ante Envigado en el Polideportivo Sur, por la fecha 15 de la Liga BetPlay. El equipo dirigido por Ismael Rescalvo mostró fragilidad defensiva, poca claridad ofensiva y errores puntuales que terminaron por inclinar la balanza a favor de un rival que, con orden y eficacia, hizo mucho más con menos. La derrota deja preocupaciones entre los hinchas, que ven cómo se esfuman las certezas en la parte definitiva del campeonato.
Desde el pitazo inicial hubo sorpresas en la alineación titular: William Cuesta fue el encargado de custodiar el arco ante la ausencia de Cristopher Fiermarín, quien no fue convocado por precaución física. Además, Adrián Parra apareció como inicialista en lugar de Gonzalo Lencina, cuya presencia en el banco avivó rumores sobre una sobrecarga muscular, aunque no hubo confirmación oficial al respecto.
El inicio del compromiso fue esperanzador para los de Ibagué, con control de balón y buena circulación. Sin embargo, el dominio no se tradujo en opciones claras, y el primer error costó caro: en el minuto 7, una pérdida en salida permitió que Daniel Arcila ex Tolima lanzara una jugada rápida que culminó con el gol de Carlos Torres.
Cuando el primer tiempo agonizaba, una chispa devolvió la esperanza. Andrés Arroyo, desde fuera del área, sorprendió con un remate rasante que venció al arquero local para decretar el empate parcial en el tiempo de adición. Era el 1-1 que maquillaba un desempeño discreto, pero que dejaba abierta la puerta a una remontada en el complemento.
Sin embargo, lo que llegó fue todo lo contrario. Apenas iniciada la segunda mitad, un grosero error defensivo volvió a pasar factura: Marlon Torres cedió el balón atrás, Cuesta no reaccionó a tiempo y el balón terminó en propia puerta. Con el 2-1 en contra, Tolima no supo cómo recomponerse. Ni los cambios ofensivos con el ingreso de Lencina y Valencia lograron romper el bloque defensivo de Envigado, que supo resistir y esperar su momento.
El golpe final llegó al minuto 83: un centro al área, un mal despeje de Fabián Mosquera y otro autogol que selló el 3-1 definitivo. Un resultado doloroso que expone las debilidades del conjunto tolimense, incapaz de sostener su idea de juego ante la adversidad. Ahora, con 23 puntos y la clasificación en juego, la cita del próximo sábado ante La Equidad en el Manuel Murillo Toro se convierte en una obligación de victoria. Porque si sigue cediendo terreno, el sueño de las finales podría esfumarse.
