Este martes, 201 colombianos deportados desde Estados Unidos llegaron a Colombia, y aunque Migración Colombia informó que los migrantes llegaron en buen estado, varios de ellos denunciaron malos tratos y humillaciones durante su proceso de deportación. Los relatos de los deportados han generado indignación, ya que algunos aseguran que fueron forzados a firmar documentos y sufrieron un trato indigno por parte de las autoridades migratorias estadounidenses.
Una mujer relató que le robaron todos sus documentos y celular, y que su bebé, en situación de desnutrición, no había comido durante los días previos a la deportación. «No se vayan porque los están deportando a todos, no los van a soltar al siguiente día, hay gente desaparecida… Duré 8 días allá, los tratos eran horribles», comentó la mujer a la prensa presidencial. Otro deportado, José Montaña, calificó el trato como «horrible» y aseguró que las personas fueron obligadas a firmar documentos sin explicaciones, además de describir escenas de menores de edad viendo a sus madres encadenadas como si fueran criminales.
Por otro lado, Andrés B., otro de los deportados, indicó que, aunque estuvo detenido y encerrado, durante su regreso a Colombia las condiciones mejoraron, recibiendo alimentos y productos de higiene.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, aclaró que los deportados no tienen antecedentes criminales, sino que fueron expulsados por estar en situación migratoria irregular. En total, los vuelos provenientes de San Diego (California) y El Paso (Texas) trajeron a 201 colombianos, incluyendo 5 menores de edad y 2 mujeres embarazadas, quienes, según informes médicos, se encontraban en buen estado de salud.
Migración Colombia, a través de su directora Martha Hernández, ratificó que los deportados no tienen antecedentes judiciales, solo infracciones migratorias. Además, anunció que el gobierno prepara un protocolo integral de apoyo a los deportados, no solo desde EE. UU., sino de cualquier otro país.
Este episodio ocurre después de las tensiones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos, cuando el presidente Gustavo Petro desautorizó la entrada de dos vuelos estadounidenses con migrantes colombianos, acusando «tratos inhumanos». Como consecuencia, la Embajada de EE. UU. cerró temporalmente su sección de visas en Colombia, afectando a decenas de colombianos que perdieron sus citas para este trámite. Sin embargo, el servicio de visados se reanudará esta semana.
El regreso de los deportados y las denuncias de maltrato abren un debate sobre el trato a los migrantes colombianos en el extranjero y la responsabilidad de las autoridades para garantizar su dignidad y derechos.




