Un hombre oriundo de Cali, identificado como uno de los primeros deportados desde Ecuador, fue capturado esta semana en el centro de la ciudad por intentar atracar un almacén con arma blanca. El operativo fue adelantado por la Policía Metropolitana de Pasto, que logró frustrar el hurto.
Según el comandante de la Policía Pasto, coronel Hernando Calderón, la rápida intervención evitó el delito y permitió detener al sospechoso, quien admitió haber sido deportado desde Ecuador, donde cumplía una condena por hurto a mano armada. Este caso pone en evidencia las dificultades para monitorear a deportados que regresan al país sin una gestión previa adecuada.
El alcalde de Pasto, Nicolás Toro, calificó la situación como “inaceptable” y señaló que la Secretaría de Gobierno está coordinando con la fuerza pública para mantener vigilancia sobre personas que regresan al departamento bajo estas circunstancias. “Si vienen a delinquir a Pasto, los vamos a capturar”, advirtió el mandatario.
Contexto y repercusiones
Este hecho ocurre en un momento marcado por la deportación masiva ordenada por Ecuador, en la que a través del puente de Rumichaca han retornado cientos de colombianos, muchos sin antecedentes judiciales, lo que ha generado preocupación por la capacidad del Estado para verificar y dar seguimiento a los casos.
Aunque la mayoría son atendidos con protocolos humanitarios, este caso alerta sobre los riesgos y la necesidad de mecanismos efectivos de seguimiento para garantizar la seguridad ciudadana.




